PIJAMA RESTAURANT, C/La Granada del Penedés entre Balmes y Tuset, Barcelona.
Ya sabemos que cuando en gastronomía se habla de "Pijama" a la mayoría nos recorre un escalofrío por todo el espinazo al venirnos a la mente un infausto postre viejuno ochentero que tenía tan poco sentido como la mezcla de la hamburguesa y el gintonic. Por suerte ese pijama pasó a mejor vida (espero) y el que ahora nos ocupa tiene bien poco que ver. Pijama Restaurant no recibe su nombre por ese postre, ni tan siquiera por la prenda de vestir nocturna y a veces innecesaria. De hecho, ahora que lo pienso no sé por qué ese nombre. Habrá que empezar a pensar en documentarse antes de escribir.
En todo caso, Pijama es un más que recomendable restaurante de hamburguesas en la zona por encima de Diagonal antes de llegar a Travessera de Gràcia. Una localización con pedigree junto a la Tortillería Flash Flash o frente al mítico il Giardinetto, con lo que no se puede faltar al respeto a la calle.
Y no lo hace. Llevado por un par de chicos jóvenes llenos de ilusión y que habían trabajado en La Royale, en este pequeño restaurante van a poder disfrutar de una buena hamburguesa sin más pretensiones. Digo sin más pretensiones muchas veces y lo sé. Pero es que ya me harté hace tiempo de ir a locales que sí que las tenían. Yo quiero comer bien, sin tonterías, ni ínfulas ni gintonics de por medio. Por eso no nos gustó La Royale, por ejemplo. Qué quieren que les diga, ya saben que no estamos para tonterías con el dinero que nos gastamos.
Lo que hace especial a Pijama no son sólo sus hamburguesas (las mejores de Bcn según su web anuncian de forma temeraria y sin complejos), ya que ofrece una amplísima gama de entrantes que pocas veces se van a encontrar en este tipo de locales. Les dejo con la más que hiperbólica carta.
Lo que hace especial a Pijama no son sólo sus hamburguesas (las mejores de Bcn según su web anuncian de forma temeraria y sin complejos), ya que ofrece una amplísima gama de entrantes que pocas veces se van a encontrar en este tipo de locales. Les dejo con la más que hiperbólica carta.
Valoramos la cantidad de oferta en todos sus campos y todos sus precios. Desde la primera croqueta hasta el último postre. Precios competitivos y acorde a la calidad que ofrece. Acabemos con las ínfulas y los sobreprecios.
Nosotros optamos por esta ensaladilla rusa ensartada a la manera Vlad Tepes y que nos gustó muchísimo. Sin tonterías cañoteras ni rollos por el estilo, simplemente una mezcla de verduras con algo de chorizo y lomo que le dan un toque especial nada presuntuoso. Éxito.
Tras el entrante de rigor del que quedó menos que de las tropas de Hitler en Stalingrado, pasamos a los principales, que fueron un par de esas hamburguesas de las que nos gustan por su tamaño, sabor y calidad. Vaya, dos pedazos de hamburguesas dignas de ser disfrutadas como reyes de algo o faraones del Bajo Egipto.
En mi caso, una Barbacoa como casi siempre. Algo hay en esa salsa milenaria que me llama siempre...a destacar el Cheddar, el pepinillo y la cebolla frita à la Ikea. Colosal.
En el caso de miss Bagel, una Cheese Burger de toda la vida, con su bacon crujiente y chisporroteante como corona de la misma. Toque vegetal para aligerar la combinación....
Dos hamburguesas de proporciones bíblicas que nos gustaron muchísimo. Sencillez y calidad. De postre, otro acierto. Variedad relativa pero de alta calidad y precios moderados. 3€ a estas alturas de la película es algo a tener en cuenta. Ya pensábamos que no bajaríamos jamás de los 4 ó 5 de rigor que te clavan por cualquier bola de helado en locales de lo más variopinto. En Pijama, un TIRAMISÚ que nos encantó por una sencilla deconstrucción de alta suavidad. Cremosidad contundente, gran postre para un amante del tiramisú como quien les escribe. Gran acierto en la elección y en la ejecución.
Detalle del ensartamiento preceptivo, clave en la deconstrucción.
Pijama es un pequeño local dónde se hacen cosas bastante grandes. Me consta que por las noches o fines de semana se llena bastante, con lo que les aconsejo reservar (yo lo hice vía Facebook, tal cual) o ir al mediodía entre semana si pueden porque no encontrarán agobios que arruinan experiencias.
En todo caso un restaurante digno de nuestra búsqueda #burgerhunters. Seguiremos en la senda de la aventura. Bien alimentados y a precios razonables (unos 13-14€) si puede ser.
5 comentarios:
Havia llegit ja alguna cosa positiva. Me l'apunto!
Postres a 3 euros? Pensava que això ja no ho veurien mai mès els meus ulls ;-) burguers sense pretensions i preus raonables, a tenir en compte. Per cert, a les terrasses "viejunas" de la costa encara tenen pijamas, i amb "sombrilla" de paper!!! Montse
Montse, jo no m'ho creia...vaig plorar de l'emoció.
El Pijama no ha muerto, estaba de parranda.
Maida, go for it!!
Ja hem arribat a un punt on es fa molt difícil quina és la millor hamburguesa, el nivell de qualitat ha pujat molt (en consonancia amb els preus) i a molts llocs fan molt bones hamburgueses.
Així que s'agraeix que com al Pijama, apostin per varietat i qualitat de acompanyaments i postres sense inflar gaire el preu.
PD: Sobre el Pijama, el postre "bizarro", jo espero que algún visionari l'actualitzi i el torni a ficar de moda.
Que torni el Pijama!!!! ;)
Víctor, ho vaig dir l'altra dia a Twitter: no crec que n'hi hagi una millor. N'hi ha moltes que valen la pena i altres que no. Tot depen de la RCP i de la satisfacció que et doni. Això sí, prefereixo anar a buscar hamburgueses a petits locals que no als 4 de sempre que estan per tot arreu...
Sobre el postre, de veritat...no cal... ;)
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