27.10.13

MOSQUITO. El increíble caso del insecto que atrae.

 MOSQUITO, C/Carders 46, entre Santa Caterina y Princesa.
El Mosquito es un bar de tapas de fusión oriental-asiática (así en general) que está muy de moda. Es hermano del Red Ant que pueden ver aquí de la mano de Rosanna y que le iguala en hipsterismo modernero. Son locales que la están partiendo y no podíamos no pasarnos a ver qué se cocía en esas famosas cocinas orientales de dumplings a tutiplén. Lo sentimos por los asiduos que querían mantener el secreto...Pero si nosotros nos hemos enterado ya...Alea jacta est.
La verdad es que de Mosquito sabemos hace tiempo. Y no por su merecida fama de local donde comer bien, sino por su faceta de beber MUY BIEN. Conocemos Mosquito, de hecho, por la Fira de Cervesa Artesana de Mediona, donde estuvieron sorprendiendo con unas tapas que les valieron largas colas de afamados birreros durante todo el día. Sí, Mosquito apuesta por la artesana y nos encanta. Aquí una muestra.
 A estas alturas ya deben saber bien que somos muy partidarios de la revolución pendiente en este país, mucho más que la agraria, que es la cervecera, y es que es un vicio que tenemos y del que va a costar desengancharse. No salimos de bares donde beber buenas cervezas, así que apostamos también por comer bien a gusto, sin cervecillas de gusto discutible. Y con mucha variedad. En este caso, elegí una IPA (Indian Pale Ale) Amarillo de Guineu y mrs B una Brooklyn Summer Ale (ideal por el tiempo que hace aún) que nos dejaron más que satisfechos.

En lo referente a la comida y como ya comentaba antes, es un local de tapas nada caras para los tiempos que corren de reminiscencias asiáticas que dejan más que satisfecho. Es un local pequeño, ruidoso y con mesas en las que se comparte con otros clientes (tendencia), algo oscuro y que recuerda una humilde taberna de algún rincón del Lejano Oriente. Algo así como Can Kenji pero más humilde y en formato bar. Nos gustó mucho el rollo, la verdad.

El menú del día no fue todo lo extenso que debería haber sido. La razón la tiene otro local que podemos encontrar 100 metros antes en la misma calle y que nos hizo caer en aquello de picar justo antes de entrar a comer: Pretiola, local de pretzels por antonomasia en la ciudad. Y claro, pasamos, compramos y nos comimos uno antes de llegar al Mosquito. Mal. Pero bien.
Así, pedimos unas cuántas tapas la más cara de las cuales fue el Pato a 7€. Aquí lo tienen. Muy bien, cantidad y calidad. No será el pato Pekín más famoso de Occidente pero es resultón, sabroso y no es fucsia.
 Luego llegó la tapa más insulsa de la sesión. Una especie de buñuelo de pescado con una salsita Thai que sabía a poco. Sirvió para llenar el buche pero no volverá a pasar. Textura raruna, insípidos. No pasan el corte. Y aunque lo pareciesen no eran berenjenas rebozadas.
No teníamos idea de que el dumpling era el plato estrella del local y por eso pedimos sólo esta tapa de dim sum a la plancha de verduras. Bien, muy correctos.
 Para mí, y sólo para mí, pedí una cansalada que estaba para morirse. Si hubiese tenido pan me hubiese hecho un bocata. Tal cual. Muy sabrosa y en cantidades porcinas.
 Y como plato principal, una sopa de noodles con ternera que salió fatal en las fotos. Muy recomendables. Gran plato en cantidad, calidad y precio. No es el caldo del Ramen Ya Hiro o el gallego del Porvenir, pero cumple con su función a la perfección. Mucho noodle, mucha ternera y muchos condimentos a añadir a la sopa, al gusto. Sabor potente y noodles caseros hechos con harina ecológica (si eso significa mucho). Platazo y a disfrutar.

Siento las fotos, ya decía que el local era algo oscuro y no han salido del todo bien. No muestran lo que fueron, de verdad. Y me falta la foto del Edamame que devoraron los otros dos miembros de la familia, especialmente el pequeño, que es muy fan.
Toda esta comida, que fue mucho se lo aseguro, nos salió a unos 11-12€ por cabeza, siendo las cervezas prácticamente lo más caro de la comida. Es un precio muy interesante. Gran comida, viaje a Oriente y goce cervecero

20.10.13

TIMESBURG. El Tiempo de la Hamburguesa.

TIMESBURG, C/París 95, altura Urgell-Escola Industrial, Barcelonesburg.

No es éste un blog de hamburgueserías aunque se le parece en demasiadas ocasiones. Existen blogs especializados a la caza de la hamburguesa ideal perdida, pero ya saben que nos entusiasma el producto y que somos los copiones que adaptamos el #burgerhunters para repasar los locales donde sirven algunos de los bocados más interesantes a este lado del Pecos. La hamburguesa se puso de moda, sí, ya hace un par de años por lo menos, y sigue sumida en una especie de Edad de Oro carnívora de la que no sale. Hay proyectos con mucha gracia y otros que se ríen del cliente pero no se puede obviar que existe una oferta que tiende al infinito, como el mismo Universo o el ego de algunos periodistas. Así, elegir es difícil, pero por suerte últimamente hemos ido acertando. Nos hemos encontrado con locales y con gente que vale mucho la pena y lo de hoy sigue el camino marcado por esos pioneros.

Timesburg es la clásica historia chico conoce a chica y chica acaba fingiendo un orgasmo en Katz, perdón, chicos en crisis existencial-laboral que deciden emprender una aventura hacia lo desconocido y montar una hamburguesería diferente en el mismo Eixample. Y consiguen sobrevivir. Y con éxito. La diferencia en el caso de Timesburg reside en un par de detalles. Primero, el local, muy en la línea trendy-chic medio hipster medio vintage que la verdad le queda muy bien. Que es bonito, vaya. Y lo segundo es el método. Aquí se refiere a que es un local de comida rápida en lo que sería el proceso de pedir, marcando en una lista lo que quieres y pagando por adelantado mientras te sientas y esperas el maná. Y llega. 
 Y llega muy bien. Tanto como que personalizan su pan. Recuerdo este detalle cuando conocí el local por la foto de algún conocido/a. Me llamó la atención por original y ahí siguen, marcando el pan como las reses en el Salvaje y polvoriento Oeste.
Siempre hay que buscar algo que te diferencie, una imagen de marca, y ésta es una buena idea. 


El día de autos elegí como casi siempre que se precia una hamburguesa americana de las que llevan bacon o salsa barbacoa (no era el caso en este último detalle) y no defraudó. Ni mucho menos. Son burgers de 200 gramos a precios muy competitivos como los 6'50€ de ésta que aquí tenemos. Muy bien. Route 66 rules.
 Hay que decir que tienen más tipos de bocadillos y que la oferta hamburguesera es muy amplia. Interminable como pueden ver en su web. Y hay que remarcar también sus patatas fritas. Ya hemos hablado largo y tendido en muchos y diversos foros sobre la sorpresa que provoca en estos tiempos que alguien haga algo tan simple y normal como unas patatas fritas, de las naturales. Y aquí volvemos a sorprendernos positivamente. Si es que no puede costar tanto!! Unas patatas crujientes y con piel, aunque al final en exceso oleosas, que me gustaron y me parecieron ciertamente adictivas. Al principio no me convencieron y al final no podía dejar de comerlas y llorar que se acababan. Un proceso extraño.
 Aquí las tienen en su esplendor radioactivo total. Elogiables. No se olviden de pedirlas. Otro día estudiamos por qué la patata es el complemento ideal de la hamburguesa.
Timesburg es un concepto parecido a Kiosco pero en zona Eixample.
Precios similares, mecanismo similar pero sin el lío follonero del local de Pla de Palau.
Estilo, buen precio, buena hamburguesa y buenas patatas. 11€ el completo, sin postre. Sin complicaciones, sin buscar nada más que una grata experiencia. Lo consiguen.
No tienen cerveza artesana, pero igual algún día entran en el juego, y entonces...ay entonces...

13.10.13

BODEGA MONTFERRY. Sants y el esplendor bodeguero genuino.

BODEGA MONTFERRY, C/Violant d'Hongria a la altura dels Jardins de Can Mantega, República de Sants.

La Bodega Montferry es una bodega de las de verdad, de las de tradición y rancio abolengo. Tan rancio como el vinate que antiguamente servían, sin duda.
De las de antes con barricas y con croquetas. Con vermut y sin cartón piedra. Con personalidad y con un elevado potencial para el éxito.


La Bodega Montferry es un local de amigos y para amigos, un punto de reunión de referencia en Sants desde hace semanas ya sea para hacer un vermut o para ir a comer. Sean tapas o bocadillos nivel bíblico. No pueden perderse sus creaciones bocatiles o se estarán perdiendo un trozo de vida que no vuelve. Desde el bocadillo de croquetas al bocadillo de embutido de cap-i-pota pasando por el de fricandó, es un viaje entre la épica y la mística del noble arte de hacer un bocadillo como manda el señor de Sandwich. Bueno, ése es un fracasado wannabe si lo comparamos con lo que estamos hablando.

Es uno de esos locales que entran totalmente en nuestros humildes objetivos de limitada promoción, gente que arriesga en momentos difíciles, locales de alta calidad alejados de ruido mediático y efervescencias artificiales. Honestidad, sinceridad y buen hacer. Jóvenes que recogen el testigo de décadas de buen hacer y de creación de tejido social. La vida del barrio a través de la bodega, de su vino a granel. No puede morir, revive.
Además, muy buen comer. Fe
de ello dan  los parroquianos que suelen abarrotar el limitado local.


En la Montferry te ponen platillos y tapas sin complicaciones. Pero muy bien hechas y que se disfrutan mucho siempre. Geniales propuestas como el cap i pota o las croquetas de rostit que aquí pueden ver. Las croquetas vegetales a la altura o más.
Somos muy fans de su morro frito porque está hecho al momento y porque no tiene nada que ver con los morros enfurruñados que te ponen por ahí, más tiesos que el culo del David de Michelangelo. Aquí siempre salen calientes, tiernos pero de textura blanda y firme, y sobre todo, saladitos. Pecados a bocados.
Uno de los más epic wins ever lo tienen aquí abajo: bocata de croquetas. No puede fallar. Si te gustan las croquetas y el pan con tomate, pues adelante amigos. No se van a arrepentir. Y además no hay tantos locales que ofrezcan estas maravillas...Exigimos más bocadillos asilvestrados. ¿Para cuando bocata de buñuelos de bacalao? ¿O de aros de cebolla?
El mito del cap i pota, comida de Dioses paganos y Señores del Vermut. Santa mano la que elabora este manjar.
Se especializan además en tortillas atípicas. Unos días con calabacin o verduras varias y otros con pincho moruno, como la que pude comer yo cierta jornada. Muy fans.
Para redondear lo que suele ser una visita excelente y poder realizar un combo perfecto, desde el viernes pasado se han pasado a la cerveza artesana, ofreciendo Tripados y Reservoir Hops de Holz (de Hospitalet de Llobregat) junto a una cerveza del mismo barrio, la propia del local cervecero Homo Sibaris que encontramos a 10 minutos de paseo y que tampoco deben perderse. La revolución está aquí y sólo hay que poner un poco de atención para no perdérsela. Las cervezas de siempre ya no se llevan.
En definitiva un pequeño local al que ir a tomarse algo o a tomarse mucho que es lo que suele pasar. Un local del que seguirán oyendo hablar y leyendo por ahí porque se lo merece. Porque hay gente que trabaja mucho detrás y porque ofrecen experiencias que valen mucho la pena.
Una bodega que dignifica el concepto bodega sin aspavientos. Que tal vez haya puesto de moda el vermut en Barcelona (ups, igual esto no...)

Se merecen una visita y no se arrepentirán de ir hasta Sants si no tienen la suerte de vivir allí. Sants existe y se está moviendo hace tiempo. Al tanto.

1.10.13

PORVENIR. El retorno de los del O'Retorno.

PORVENIR, en Villarroel bajando antes de llegar a Mallorca, zona Clínic.

Hoy por hoy tenemos un bar gallego de referencia que es garantía. O'Retorno se ha ganado a pulso y a pulpo el ser considerado por la familia bageliana como the Galician IT Bar con todas las letras. (Gracias Señor Moyano)
Si buscan un lugar con poco encanto, ruidoso y siempre lleno de gente pero buscan quedar bien y comer como Shas de Persia ñre 1979, O'Retorno es su local. Si van no se arrepentirán. Mariscadas variadas, callos, aceite, pan rústicazo y un largo etcétera configuran una carta exitosa sin más complicaciones ni modas chorraderas. Se come como en pocos sitios y sales siempre satisfecho. Pero éste no es un post sobre O'Retorno. Es un post sobre su hermano mayor.

Porvenir se encuentra a unos 60 metros del local descrito aquí arriba. O'Retorno es un bar con mesas para comer y Porvenir es más tipo restaurante, sin el bullicio ni la barra propia de un bar de siempre. La carta debe ser la misma y si no lo es puede que varíe en un 5%* (esto es un dato irrelevante pero que queda como serio, aunque no tengo ni idea).
Intentamos acercarnos una noche, sin reserva, y a 20 metros de la puerta ya vimos que iba a ser que no. Porque o reservas o no hay opción. Se llena, todas las mesas, a tope, rebosa. Así que me quedé con las ganas y supe esperar mi oportunidad.
Con mis horarios, esa oportunidad llegó un día entre semana, sobre las 15'30h, y ahí ya no hubo problema. Alfombra roja y elija usted mesa.

Al ver la carta ya me pude dar cuenta de que no es un local para ir cada día. No hay menú, tira de carta o muere en el intento. Pero qué carta. La comida me salió a 19'60€, sí, no barato, pero amig@s, qué placer...no cambio lo que comí por un menú en el upper.

La comida se compuso de dos platos principalmente, aunque el pan que ponen tanto en el Porvenir como en el O'Retorno se podría considerar un plato en sí mismo...estoy enamorado de ese aceite que chorrea y regalima.
Para empezar, caldo gallego. No entiendo de caldos gallegos ni de caldos en general, con lo que no sé si es un caldo muy purista o no. Pero no me importa. Fue increíble, un placer de los que se tardan en olvidar. Carne, tocino, acelgas, alubias, patatas...Un largo compendio de productos de todo tipo que configuraban un plato potente per se. A 4'50€ la ración. Sale barato. Celebramos los Ramen y las sopas chinas baratas, pero esto son palabras mayores de las grandes.

 De segundo o plato principal, Navajas a la plancha. De llorar muy fuerte. A punto estuve de comerme las valvas y todo...Bueno, confieso que alguna se llevo algún pequeño bocado...Qué sabor, qué socarrat, qué experiencia...el camarero me llamó la atención al final "ya te he visto disfrutar, ya..". Tío majo!! Cómo no se va a disfrutar, hijos del buen comer...invertir 12€ en el bienestar general de uno mismo. Que no es tanto. Si han pagado lo mismo por platos de macarrones pasados, reconózcanlo...Deleite. Quiero decir "gozo", no es un palabro en gallego no se confundan. Behold the razor clams.

Para ocasiones especiales, para días que hay que darlo todo, para homenajes o autohomenajes más o menos justificados. Porvenir. O'Retorno. No se los pierdan, y si les llevan invitados, pulpo y navajas para todo quisqui. No lo lamentarán. De hecho, que estén siempre llenos ya muestra que no descubrimos nada.


PS: En Porvenir no tienen callos.