28.4.12

Peregrinaciones imprescindibles. Barcelona.

Hoy les traigo un post algo diferente. No trata sobre un restaurante, si no de algunos lugares o santuarios de peregrinación para las gentes que habitan el blog. Lugares de confianza donde encontrar producto de calidad o delicatessen directamente. Variado y funcional. Ideas para una buena alimentación, cocina o para sacarles en algún momento de una emergencia. Vamos a ello.


Para empezar, la tienda de frutos secos PARAMI, en C/Diputació esquina Muntaner.
Un paraíso del fruto seco o reseco, con variedades para aburrir y con secciones de turrones, chocolates, elementos para decorar pasteles, setas deshidratadas y un largo etcétera. 

Me quedo con los pistachos turcos, las pipas de calabaza tostadas y la bolsa de shiitake. Y con los chips de verdura, que desde el minuto 1 se convirtieron en imprescindibles llegando incluso a provocar adicción. Avisados.




Segundo lugar, pero no en calidad, son los locales de CRUSTÓ esparcidos por la city. De vez en cuando nos tomamos unos croissants de pipas con un café con leche, y muy de vez en cuando nos salimos del guión y nos pedimos una tartaleta o un pastelito. Son MUY buenos. Pero no aptos para bolsillos medios. Vaya, que por eso no vamos ni cada día ni cada dos. Aquí tenemos un café con leche barroquil y una tarta de limón con merengue que era demasiado. Y un cheese cake espectacular.




Tercero. He ido solo un par de veces, pero iría cada día. Es la mejor pasta artesana que yo haya probado. Bueno, tampoco es que haya probado muchas, pero ésta es buenísima. La hacen en vivo y en directo en el mostrador y lo puedes ver desde la calle o mientras esperas a ser atendido. Es un TALLER DE PASTA en toda regla. Me quedo con sus pastas rellenas. Son un placer y les aseguro que van a disfrutar mucho, porque además cada uno de estos ravioli que tienen aquí debajo llevaba dentro media butifarra más o menos. En C/Bruc con Aragó.

DELICATESSEN ARGENTINA en Pl. Letamendi. Carnes, carnes y más carnes. Argentinas, que por eso se llama así. No es un restaurante, aviso, si no una carnicería-tienda deli. Yo creo que es el mejor churrasco in town y he comido bastantes. Es un gozo la cantidad de carnes diversas que tienen y la calidad de todas ellas. Incluso especialidad Wagyu japonesa. No les falta de nada.
Además tienen todo lo necesario para hacer una barbacoa. (Y no se olviden de unas buenas empanadas).

TOFU CATALÁN, en Aribau 119, con Provença. A este establecimiento voy principalmente a comprar comida para llevar. Unas buenas bandejas de makis o uromakis, sushi inari o bentos variados. Es tienda, así que si necesitan productos japoneses aquí los van a encontrar.
Muy buen precio, calidad muy buena y te salva una cena o comida de forma rápida, qué más se puede pedir...Simpatiquísima señora japonesa que atiende y que se defiende manejando unas 50 palabras en castellano (mejorando). Mítica.







LE REGIONI D'ITALIA, en Torrent de l'Olla 119 es un deli italiano con gran variedad de productos de todas las regiones de la península itálica e islas adyacentes. Brutal, pero les confieso que suelo ir simplemente a por un producto en especial: Cannoli. Como les conté en el post sopranero, una obsesión se apoderó de mi tras visionar la más grande serie de la TV, y no era otra que prepararme una cena con los míticos ziti y los no menos míticos cannoli. Y no paré hasta encontrarlos. Y disfrutarlos. 

Próximamente, más sugerencias. Estén atentos.


24.4.12

Senyor Parellada. Clásico en Barcelona.

(Antes de nada, aviso. Sé que de este restaurante alguien va a pensar que ya no es lo que era. Que antes se comía mejor, que ha empeorado, que anetes se esmeraban más, que la abuela es calva, etc. Puede ser. No lo voy a negar. Yo lo conozco desde hace años y nunca me ha decepcionado. Tal vez en el 82 era la repera y ahora ya no, pero por suerte, yo no vivo en el 82 y ahora, la experiencia es ésta. Ésta.)

Senyor Parellada, C/Argenteria 37, Barcelona, zona Born-Saint Mary of the Sea.
Desde mi llegada a esta ciudad hace ya unos años, he tenido un par de restaurantes clásicos entre mis prefereridos. Lugares a los que ir en familia, o en pareja, a disfrutar de la comida y del espacio.
Y hoy les hablo de uno de esos lugares al que poder llevar a las visitas de fuera de la ciudad y quedar muy bien. Incluso con las de dentro.

Aviso que por cuestiones técnicas lumínicas no pude hacer las fotos deseadas del interior, pero bueno, si visitan el enlace de arriba pueden disfrutar de ese increíble espacio.
Enmarcado en el incomparable barrio del Born, cuna de grandes palacetes señoriales e incluso de estilo colonial, nos encontramos con este clásico barcelonés. 
La familia Parellada, responsable también de ese otro clásico que es La Fonda de Granollers, sigue regiendo los fuegos de este local tradicional de cocina de mercado y muy catalana. Recetas de la abuela y platos que antiguamente tenían nombre propio.
 (Alguna sombra añadida en las fotos...)



Tras la situación, llegamos al momento en el que una vez sentados y muy bien atendidos por uno de esos grandes maitres profesionales de clásico buen hacer y diligencia, los Bagel al completo se dispusieron a degustar las maravillas que iban inundando la mesa y que no paraban de llegar. Platos sin más secreto que una calidad premium.


Olivas de Aragón, degustación. No dejaron ni una.
Servicio de pan de Vilamala, pequeño forn del barrio que les hace el pan especialmente. Mucha miga, rusticidad, a mi me encanta así. A otros no tanto.
Una petición obligatoria, la Paperina de verduras locales, en tempura. Se debe pedir sí o sí. Al fondo las buenas croquetas de jamón, gallina y trufa. Me está entrando hambre, ya os lo digo ahora.
Gambetes de la Barceloneta a la planxa. Brutales. Una llevaba la marca de una tabla de surf, lo juro.
Fricassée de rape y langostinos de Vinaròs. Me cuentan que espectacular.
Steak de atún, clásico. Hubo que volver a meterlo en el fuego, ya que la cocción había quedado para valientes kamikazes sin miedo al anisakis. Pero muy recomendable.
Calamarcets de costa a la planxa a l'all i julivert. Sin palabras.
Pulpo a la brasa con patatas rotas al aceite de ñoras. MI plato, mi placer, mi gusto. Tras la frustración de la Picoteca egarense semanas atrás, no he parado hasta volver a encontrarme con el cefalópodo patuno. Qué carnosidad!!
Fideuà negre amb sípia de platja i tomàquet (?). Vamos, no quedó ni rastro. Freddy tenía hambre.

Postres: Naranja a la naranja. Tatin de manzana. Y el último no recuerdo lo que era pero puedo prometer y prometo que estaba realmente muy bueno... (Helado de avellanas y  canela?)


En fin, una opción que nunca falla, un clásico al que cada día llegan más y más turistas, con lo que pronto se va a hacer imposible ir (no sé si porque será imposible conseguir mesa o porque devaluará el nivel). Pero hasta que llegue ese día, volveré y volveré porque me gusta mucho, porque su comida lo merece y porque la localización es fantástica. Y el servicio es profesional de verdad.
Larga vida a los Parellada, de aquí, de Granollers o de Plutón.



PS: Próxima parada Semproniana.

19.4.12

9 Reinas. Argentina en Barcelona y no es el consulado.

9 Reinas, C/València esquina Pau Claris, Barcelona. Che. (Vídeo introducción)


En días señalados, locales deseados. 


Hubo un momento el día de autos en el que decidí que no pasaría ni un minuto más sin visitar uno de esos locales que tenía apuntado hacía meses en el bloc de notas. Le tenía muchas ganas y no soportaba pasar más veces por la puerta sin saber qué se escondía dentro. 
Y encontré algo que valió mucho la pena. Me encontré un restaurante argentino moderno, nada tópico ni típico, minimalista, blanco radiante de atmósfera agradabilísima y trato exquisito.




Tras comprobar que en 9R no hay menú de mediodía, pudimos disfrutar de las cartas, y deleitarnos con detalles como éstos:
Ensaladas bautizadas con nombre de películas argentinas famosísimas y con presencia total de uno de mis ídolos induscutibles, Ricardo Darín.
O el surtido de carnes internacionales que como veremos luego fue clave en la comida.


Tras decidir lo que queríamos comer, asesorados de forma impecable por la responsable de la sala, se inició el ágape carnívoro.
Para empezar, un detalle de la casa en forma de tostadita exquisita de quesos varios, fuertes, aderezados con pimentón.
A la vez, servicio de pan, muy correcto, mezclando diversos tipos y sobresaliendo el pan de centeno. Salsas para las carnes, ideales.
Y llegamos a lo serio.
Ensalada de mozzarella, albahaca, tapenade de pimiento y tomate. Vaya, la Cuento chino.



Y las carnes. ESPECTACULARES. Experiencia. Qué gusto, qué cocción, qué sabrosas!! Un gozo, un disfrute, una alegría para el cuerpo. Bueno, el precio demandaba como mínimo eso! Y lo consiguió.
Como guarnición, 
maravillosa patata asada y algo verde que siempre queda bien.

Solomillo argentino:

Filete Japón, Wagyu. Una maravilla, una locura de carne. Exquisita.
Postres: Helado BIO de mango, recomendable, y un tiramisú casero hipersuave (mascarpone!) al que tal vez le sobraban el detalle apasionado y 3-4€ del precio.


En resumen, un restaurante para ocasiones especiales y en las que van a disfrutar como pocas veces la experiencia carnívora (dejo alguna foto más en la página de Facebook).
Precio final, sobre los 35€ por persona si se moderan con las bebidas y los postres, que es siempre lo que recomiendo para no reventar cuentas.


Y como es evidente, un lugar nada recomendado para los que no gustan de opciones bárbaras a la hora de comer, por supuesto.
Volveremos porque aún nos quedan carnes que devorar y porque nos trataron muy bien. Y porque pediremos un reservado en la segunda planta. Y para confirmar si todo el mundo allí es argentino. O si es verdad que es propiedad de Martín Posse y Escaich. (Casi confirmado)

16.4.12

La Central. La base.

No me extenderé hoy. Es un post de los rápidos para no saturar con tanto restaurante de tenedor. Es uno de esos locales que visito sin parar, imprescindible en mi vida cotidiana. Sentirse como en casa. En la lista Foursquare del blog, lo encontrarán. Rincones.

El bar cafetería de La Central en C/Mallorca 237 es mi segundo preferido en esta ciudad. (Es el que más visito por su localización céntrica, pero ya hice un post sobre mi preferido)
Tal vez sea ese ambiente calmado, sosegado y el olor literario que se respira lo que lo hace (casi) único; o tal vez sea el encanto de esa vivienda típica del Eixample, antigua y magnífica con su 
ruidoso parquet que cruje al caminar desde que pones los pies en el local.
No lo sé, pero tal vez sea de mis favoritos por sus cómodos sofás beige, por la atención de sus responsables o por su capuccino, que creo que es el más me ha gustado de todos los que he probado en Barcelona. Ni soy un purista ni un entendido, simplemente me apasiona, sin entrar a valorar si es súper auténtico o un insulto al capuccino romano. Me da igual.
Me encanta la sensación de estar en esa especie de locus amoenus de paz y cultura.
Me encanta leer un libro mientras me tomo ese magnífico capuccino o una gigantesca infusión de lima y genjibre.
Simplemente me apasiona.
No se lo pierdan. Y además, 
incluso pueden comprar un libro al salir!! 
Una experiencia total, que para algunos debe ser hasta exótica. (Lo de pensar en comprar un libro. Y no lo digo por ustedes, por supuesto, que son unos intelectuales como yo, aunque ahora que lo pienso nunca compro...)


Capuccino natero, espacios relajantes e infusiones fluorescentes: 





***Actualización!!
Novedades: Se añaden todo tipo de tartas, galletas, bombones y chocolates varios.
    No se lo pierdan!!! 



14.4.12

Le Bistro. Girona y escaleras al cielo.

(Disculpas previas por la falta de alguna foto que completaría la crónica)

Le Bistro, Pujada de Sant Domènec 4, Girona centre, zona Call.

No conozco mucho la bonita ciudad de Girona. Les he obsequiado con mi visita un par de veces y casualmente siempre he acabado comiendo en el Café-Restaurante que nos ocupa.

Le Bistrot, emplazado en una localización privilegiada en pleno centro y justo a medio camino de una de las múltiples y atractivas escaleras de la zona del Call judío, siempre es garantía de buen comer. 

Un local antiguo, con ese encanto añejo, muy vintage y algo kitsch que atrae a hordas de visitantes off city, o lo que es lo mismo, de turistas como yo que sabemos dónde queremos ir. Por eso se llena siempre. Y lo mejor es reservar, lo aviso porque no quiero que vayan a las 2 a comer con toda la familia pretendiendo que les hagan un hueco. Lo tendrán difícil.
No es un lugar barato, su menú son 20€ y se podría considerar caro, pero una vez acabas de comer los das por bien invertidos, eso también es así.

Menú del día elegido por los Bagel:
Brandada de bacalao gratinada. Muy interesante, con torrada de pan de pagès. Cremosa.
 Pastel de berenjenas con salsa de queso. Tipo pudding, interesante propuesta.
 Confit de muslo de pato con salsa de setas. Les dejo el detalle abajo. Increíble.

 Tarta de avellana. 
No puedo poner fotos del bacalao con salsa de tomate gratinado y allioli y del sorbete de frutos rojos, por problemas diversos. Pero estuvieron y fueron disfrutados como era preceptivo.


En definitiva, las tierras del antiguo Condado de Girona nos deparan grandes locales que disfrutar, así que si un día se encuentran perdidos por allí, hagan caso a los falsos profetas. Y no lo digo solo por mi, que hay otros sitios que ya han hablado también de Le Bistro.
A comer.