10.12.08

95. Dios Murakami.

Y aquí debería dejarlo ya.
Pero sería un fraude. Algunos pensaran que el fraude es Él. Pero no el que les escribe.
Hacía mucho tiempo que no me enganchaba a un libro de la manera que me he enganchado al par que me he leído ultimamente de este genio. Les hablo, por orden de lectura de "Norwegian Wood" y "Kafka on the shore".
Hipnóticos. Les aseguro que no podía dejar de leer. Leía en casa, en el tren, en el bus, en casa de mis padres, en la hora del patio del colegio, en el bar donde tomo el desayuno cada día, andando por la calle (en serio!) ... Necesitaba seguir leyendo, no parar. Historias adictivas, personajes con los que identificarse, que se convertían en amigos al fin y al cabo, a los que no podía olvidar. Tenía que saber de ellos, qué les pasaba, qué pensaban, que hacían. Enfermizo. Lo reconozco. Pero el enamoramiento ha sido total.

Norwegian Wood, o Tokio Blues en castellano, es un libro corriente. Historia de jóvenes enamorados y encuentros sexuales esporádicos. Chico conoce a chica, o chicas, y a partir de aquí la historia de un moderno Holden Caufield en el Japón de finales de los 60. Muy recomendables sus comentarios sobre la Universidad en el 68. Las suscribo todas. Obviamente, hay mucho más en la historia de lo que a simple vista parece y el juego de enamoramientos y desenamoramientos es soberbio. Qué manera de retratar personajes...Análisis psicoanalítico prácticamente. El argumento les va a atrapar, como en un moderno Love Story, pero muchísimo más interesante. No me creía lo que leía sobre los japoneses de los 60...

Kafka on the shore, o en la orilla, o en la platja, según la edición, ya no es una historia al uso. La historia se nutre de fantasia y elementos mágicos a grandes proporciones. Y lo hace aún más interesante. Los elementos de quasi parapsicología (o sin el quasi) hacen de la historia algo mucho más profundo. Desde los elementos cómicos al miedo, hay un corto paso. E incluso alguna escena a lo American Psycho, no apta para los defensores de los animales. Libro mucho más complejo e interesante, pero con el riesgo de que lo puedes encontrar o una chorrada o una genialidad. Yo, sin duda, lo encuentro genial. Trata sobre un chaval que se va de casa, huyendo de su padre, y va a parar a cierto paraje, dónde el destino va a buscarlo. Paralelamente, otro personaje, el Sr. Nakata, hace un recorrido similar, pero no igual, ni en su desarrollo ni en su propósito. Seguiría leyendo este libro ad eternum. Como único pero, la madurez de un chico de 15 años que no cuela. Lo digo por experiencia, no me cuadra. Si hubiese sido un chico de 20, la cosa podría haber funcionado igual. Pero es lo de menos, la edad. Lo que importa, está genial. Pero es un libro raro. Como el Sr. Nakata. Sólo digo eso.
Como elemento común a los dos libros, un gusto musical exquisito. Y un retrato de Japón, que nunca nos hubiésemos creído. Porque, ¿quién no tiene 1000 y un estereotipos o clichés sobre el cómo son los japoneses? La mejor forma de conocerlos, la literatura. Se sorprenderán. Como con los rusos de Grossman o los finlandeses de Paasilinna. Olviden lo que sepan, les va a sorprender.

Toru Watanabe y Kafka Tamura. Ídolos. Naoko, Midori o la Srta. Saeki. Mitos. Norwegian Wood y Kafka on the shore. Leyendas. Haruki Murakami. Dios. Simplemente. Desde hoy, hasta siempre jamás.

PS: compren los libros en Inglaterra, son mucho más baratos.