15.2.10

136. Das weisse Band, de M.Haneke.

A estas alturas de la vida cuando uno va a ver una peli de Haneke sabe a lo que va. A sufrir.
Básicamente a eso, y a disfrutar con la sutileza de un cine que son palabras mayores. Creo que hay pocos autores actuales de la personalidad y sobre todo de la calidad del director muniqués, y en una Europa donde aún se venera a esperpentos como Almodóvar, hacen falta directores como Haneke. Desde aquella Funny Games, película inquietante y claustrofóbica como pocas, Haneke ha construido un universo cinematográfico sutilmente violento y culpabilizador que te golpea la conciencia sin parar.
Funny games, o Caché son muestra de ello. No son películas fáciles, de consumo rápido y digerible, al contrario, son películas quasi filosóficas, que se mueven en los campos de la psicologia e incluso el psicoanálisis: la culpa, el origen de la maldad, la perversión, la represión, etc.
¿De qué trata la Cinta blanca? ¿De la culpa? ¿De la religión represora? ¿De la adolescencia y sus pasiones? De todo tal vez. O de nada, no lo sé. Pero sé que es lo que provoca y cómo te hace pensar. Desde los títulos de crédito del inicio, ves por donde va a ir la película. No hay música, sólo se percibe la austeridad total y la ausencia de diversión que vas a encontrar posteriormente. Haneke te va a hacer sufrir, y reflexionar. El origen del mal. Tal vez sea ese el tema de la película. ¿Por qué puede hacer la gente lo que llega a hacer? La sinrazón total, la sublimación de la denigración que empieza siendo inocente y acaba con ¿el nazismo? Ustedes me lo dirán.
Mi análisi rápido si tengo que decir algo es que trata sobre cómo la represión humana puede acabar llevando a la violencia, a partir de una educación basada en el miedo, la violencia, la culpabilidad. Vivir en unas esferas vitales donde la represión religiosa es asfixiante(en este caso el luteranismo del norte de Alemania) hace que la sociedad enferme. ¿O es que pensaban que sólo la nuestra, la actual es/era una sociedad enferma? Nada más lejos de la realidad. Prefiero esta enfermedad que aquella. Si es que ahora estamos enfermos, cosa que tampoco sé con seguridad.
Si les convence o no mi pobre teoria es algo que tendrán que decidir ustedes si deciden hacer caso a este humilde bloggero y se pasan por un cine en VO para verla en todo su esplendor en blanco y negro.

PS: Mención especial para el pastor luterano y para la joven enamorada del protagonista.

8.2.10

135. Mi vecino.

Totoro es un monstruo simpático de los que habitan en nuestros sueños y en esos mundos paralelos que los niños crean cuando aún viven en la inopia de la inocencia absoluta.
Mi vecino Totoro, del maestro de maestros Miyazaki, es una película de animación ya clásica (1988) que nos cuenta con la sensibilidad acostumbrada por el genio, esa historia de monstruos y espíritus del bosque tan propia de la mitologia japonesa, con un toque absolutamente deudor de Lewis Carroll y su Alicia. La madriguera a modo de viaje iniciático hacia un mundo de fantasía.
El argumento trata sobre una família formada por un padre y sus dos hijas pequeñas que se mudan a una nueva casa en una zona rural. La madre, por lo que sabemos, se encuentra ingresada por algún motivo en un hospital. En esa casa y nada más llegar, las niñas encuentran que no viven solas. Algo o alguien vive allí con ellas. A partir de aquí, la curiosidad natural infantil hará que busquen hasta encontrar la explicación de quién comparte con ellas su casa. Y aquí se mezclan los sueños y la realidad, los fantasmas y lo que es real.
No es la mejor película de Miyazaki, no es Chihiro, pero como todas las demás, es muy recomendable.