19.1.15

NO POST.

El post de hoy lo encontrarán en Zouk Magazine. Si les interesa lo que ven, les espero allí.


11.1.15

TANDOOR. Restaurantes hindúes, locales modernos y sorpresas.

TANDOOR, C/Aragó 8, a tiro de piedra de los estimados amigos de bBurger, Barcelona que va virando hacia zona Plaça Espanya.
No se puede negar que Tandoor está de moda. Me llegó noticia suya hace un par de meses, justo después de abrir, y me comentaban que no debía perdérmelo. La reinvención de un restaurante de toda la vida, un clásico de solera. Me lo recomendaba gente que sabe mucho y de la cual me fío. Así que tenía que hacerles caso. Tras una visita de cortesía para el evento de la presentación de la Barcelona Foodie Guide, quedé maravillado con el concepto y la propuesta. Y el hype se disparó.

Tandoor es "la" obra de Ivan Surinder, cocinero formado en la vanguardia de Tickets pero criado entre currys tradicionales con lo que el sello personal en esa cocina es más que evidente. Para empezar, la decoración del local huye de etnicismos kitsch y se acerca con mucho más gusto al colorido de la Boda del Monzón y las formas simples del minimalismo. Reminiscencias identitarias con mucha clase y estilo en ese interiorismo. En la parte de la entrada junto a la calle, además, han dejado espacio para terraza/cocktelería y les ha quedado una sala más que interesante.

Así, con nuestras propuestas y recomendaciones previas nos acercamos hasta el local un frío día de enero, buscando entrar en calor con la proverbial cocina hindú nunca falta de potencia y picante. Como imaginarán los platos están adaptados a nuestro suave gusto de terciopelo no sea que nos quejemos si algo pica demasiado aunque nos avisen de ello. Me consta eso sí que si pides una comida picante de verdad, estilo hindú propio, en cocina se preparan y te lanzan las calderas del infierno... Pero no fue el caso. Nos va el hardcore pero con mesura y había menores en la mesa, así que moderación. Puntualizar que moderación significa que durante toda la comida tienes ese calor sabroso placentero en la boca... Decir también que la propuesta vegetariana es totalmente posible puesto que hablamos de una cocina muy propicia al uso de verduras y legumbres en gran cantidad de platos. Apunten.

Empezamos con unos entrantes aunque toda la comida fue para compartir. Decir que uno de los platos estrella no saldrá en la recopilación porque... bueno... No dio tiempo a hacer la foto.
Este entrante a base de crema de berenjena ahumada con queso de cabra sobre Naan (pan) fue un inicio maravilloso. Delicia inconmensurable, suavidad, cremosidad y bocado sanísimo. BAIGNAN BARTHA.
 Los otros dos entrantes, mucho menos fotogénicos y que ni un genio como yo he podido arreglar, fueron una crema de lentejas, DAL SOUP, y queso fresco en salsa de tomate especiada, PANEER PESHAWARI. No se creerían lo sabroso que estaban. El dal es estrella de la cocina hindú y uno de los primeros contactos que tuve con ella y siempre lo guardo en el recuerdo y me obligo a comerlo cuando se cruza en el camino. Sopa potente, muy sabrosa, alejado de sopas insípidas en locales de udon modernillos. La salsa del queso, como para pedir 21 raciones de naan y mojar como locos.
 Como platos principales, dos platos de pollo y arroz basmati del que no hay foto tampoco (es un arroz blanco, a ver...) y que debe mejorar en no servirse tan pasado o seco. El plato del que tampoco hay foto es el BUTTER CHICKEN, un curry potente y en salsa de tomate que nos encantó y del que evidentemente no quedó nada (la pinta y el recipiente muy parecidos al anterior queso fresco). Del que sí pude hacer foto fue de este maravilloso MALAI KABAK y que ante todo es la reivindicación del contramuslo del pollo, en este caso marinado con cilantro (suave) y yogur. Stop pechugas, Plataforma por el uso del contramuslo siempre, por favor. ¿Somos personas o animales? Pues un aplauso por esta opción muslera.
De postre, otra maravilla absoluta. KULFI, helado de azafrán y canela, sobre una base de crumble, galleta o similar. Un gusto sorprendente, una textura maravillosa, una estética a imitar. Muy recomendable si son zampabollos como nosotros.

Resumiendo, el hype a veces está justificado. Un local recomendable, humilde, donde se trabaja bien, el servicio es atento y simpático, la comida es buena (no esperen platos XL), el precio correcto y pueden comer por unos 20€ por cabeza. Proyectos de los que nos gustan, con gente de espíritu luchador, honrados y que ofrecen cosas diferentes. 
La modernidad del hindú y el buen hacer.



PS: Abren a las 12 de la mañana (gracias por pensar en los que comemos pronto!!) y sólo cierran los lunes.

7.1.15

CANTINA MACHITO. Que se sienta el power mexicano.

CANTINA MACHITO, Torrijos junto a Verdi Park, no reservan y te metes cuando acaba la peli. Barcelona en Gràcia.

La gastronomía mexicana, de todas las cocinas de México, vive en Barcelona una cierta época de esplendor hipsteriano de la mano de restaurantes con clase que reinventan (imagino) conceptos ya presentes desde hace mucho tiempo por estos barrios condales. Vaya, que restaurantes mexicanos ha habido desde hace mucho tiempo pero ahora están de moda porque ya saben. Y nos alegramos del hecho, sin duda alguna. Se abren muchos locales pero otros son verdaderos clásicos de la escena barcelonesa. Y el que nos ocupa está en esta categoría; no debe haber aficionado a esta gastronomía de reminiscencias aztecas o mexicas que no se haya pasado por allí. Yo, como siempre, tarde pero bien.

Cantina Machito es un clásico de la escena pre o after Verdi y esa mística ya nos atrae. Qué le vamos a hacer si vamos de culturetas gafapastas (aún se lleva el término?) a ver películas en VO... En todo caso es un clásico junto a otros restaurantes del mismo grupo como Teicawey o Chido, también sitos en el mismo barrio. Un emporio al alcance de Moctezuma y poco más. Así, en una sesión junto a Interstellar nos decidimos a debutar en Cantina Machito por todo lo alto, a pecho descubierto y por si nos perdíamos como McConaughey en la peli. Un homenaje. Y es que sigo sin hacerme a los términos gastronómicos que se manejan al uso. Nunca acabo de saber qué son Chilaquiles, enchiladas o quesadillas, o la diferencia entre ellos. Pero con voluntad y hambre, sin miedo porque todo, bien hecho, está de morirse.
Seguramente la razón por la que me gusta tanto la comida mexicana es porque siempre puedes comer mucha carne entre tortillas, a modo de bocata, con lo que el Paraíso Terrenal se siente mucho más cerca.

 Teniendo en cuenta que nos encontrábamos en medio de los excesos navideños, sabíamos que no podíamos pasarnos demasiado con esta cena. Así, moderamos o creímos moderar la comanda para no salir rodando o dejarnos demasiado dinero tras los 20 pavos del cine. Cantina Machito no es un local barato y hay que tenerlo en cuenta. Eso sí, es ideal para compartir entre muchos y eso amortigua el golpe. Hablo de salir a unos 20 y algo € por cabeza si vigilan y son mesurados, como fue nuestro caso.

Empezamos con un clásico que al final se nos hizo largo. Los Machitos a 9'5€ que eran una salvajada de cantidad. Aunque bien por el precio, claro. Acompañando, una marmita de cheddar del que tiene la curiosa habilidad de convertirse en plástico en cuanto se enfría (lo conozco bien de mi pasada experiencia como trabajador de multicines y de tener que limpiar sus efectos...). Una guarrada de las que me encantan, qué le vamos a hacer. Eso sí, puedes acabar hasta el moño del plato. Y se lo pueden ahorrar porque te ponen unos totopos cortesía en la mesa que luego puedes dipear con las salsas de los otros platos. Sin duda, fue lo único que sobró en la cena y no porque no nos gustase. No teníamos tanta hambre.
 Luego llegó la Orden de Antojitos, 15€. No es barato, ya les digo, pero la cantidad es generosa y entre dos se ventila sin problema. El único pero al plato es el bocado más oscuro. Una textura de la tortilla, si lo fuese, demasiado empalagosa o humeda con un relleno que no nos acabó de convencer. No puedo precisar qué era porque no conozco el término ni se nos presentaron los platos al modo estrellas Michelin. El resto, delicioso.

 Para finalizar y mostrar la ignorancia definitiva, la Orden de Tacos. Lo mejor de los tres platos, pero que es muy parecido al anterior (13€). No es lo mismo, pero casi que sí. De ahí mi proclama de ignorancia. Si los antojitos y los tacos son tan similares y lo hubiese sabido antes... Pero disfruté como un animal de bellota, no nos vamos a engañar. Sin discusión sería una elección a repetir. Acompañan a los tacos varias salsas, mazorca y frijoles negros. Claro, no quedó nada aunque a éste, y tras el baño de cheddar y los antojitos, llegábamos con la reserva mínima estomacal. Pero nunca hacemos prisioneros.

Una experiencia a 22€ por cabeza contando un par de Modelos y del que hubiese sacado el entrante y cambiado el segundo. Pero el tercero, todo para mi, por favor. 
Machito es una muy buena opción. Moderación y a por ellos, porque las tortillas y las carnes como la Tinga o la Cochinita (amor eterno) nunca decepcionan. 
Todo es bocadilleable, recuerden.