26.8.13

MUNICH Y SUS BIERGARTEN (II)


En la entrada anterior les hablé de un par de Biergarten recomendables en los que disfrutar de buena cerveza y buena comida. Los dos que les traigo hoy son algo diferentes en el concepto pero igualmente recomendables para disfrutar como locos alemanes. Podríamos decir que aquellos fueron más restaurantes y éstos son más informales, para comer sentados en las mesas comunitarias que les comentaba el otro día y de forma mucho más barata.
Volvemos al lema "Cerveza, pan y salchichas".

El primero de hoy es el biergarten de Viktualienmarkt, muy céntrico y en medio del magnífico mercado que se encuentra en la plaza de mismo nombre (pueden encontrar maravillas de todo tipo). Es un biergarten de dos piezas, es decir, zona en la que recoger bebida y zona en la que pedir comida. Muy self service otra vez, como verán en la foto de abajo. Llegas al garito de la bebida, eliges la jarra que quieras con la cerveza que quieras y pagas. Vas al garito de la comida, pides lo que quieres y pagas. Rápido e indoloro.
Nótese que los tamaños cerveceros siempre son 0'5 o 1 litro. Sí o sí. Y el tamaño del pretzel a unos 2'5€ más que generoso. Con su sal incrustada y bien horneado. MARAVILLAS típicas.

Garito divino cervecero que no para de llenar jarras.
 Ambiente de cualquier tarde de verano. Hasta la bandera, pero por suerte hay muchas rotaciones, no como en el Barça el año pasado.
 Gastronomía típica low cost de Biergarten al uso. Pretzel y bratwurst.
El segundo Biergarten de hoy fue nuestro favorito. Por sí mismo y sus virtudes pero también por la cercanía a nuestro hotel, con lo que la visita era fácil y sobre todo recomendable tras un largo día de caminata turística. Como curiosidad hay que decir que incluía un parque infantil que también ayudaba a hacerlo mucho más agradable al poder dejar a mini bagel corretear entre robustos niños germanos y toboganes al uso.
HOFBRÄUKELLER.
También cuenta con espacio de restaurante, espacio para que te sirvan en el jardín y el sin duda más interesante, espacio self service y mesa compartida con chicarrones y chicarronas locales.
 En este Biergarten encontramos la ya avisada práctica de la devolución de jarra. Te dan esta moneda de plástico y al devolverla junto a la jarra (de litro en este caso) te reembolsan los dos euros que has pagado de más al pedirla. De 7 a 9€ para que te devuelvan 2 al final. Y si no, pues te llevas la jarra y a facturar la maleta.
 Tamaños XXL y ración de currywurst al estilo berlinés. Una guarrada maravillosa como tantas otras. Pero sin lechugas ni nada por el estilo, por favor. Si vamos a ser guarros, lo somos de verdad. Acompañamos con pretzel de rigor. Ya les avisé que es un vicio. Precio del plato alrededor de 4-5€. Bien por un plato más que generoso que incluye salchicha del calibre Epic y una salsa de tomate espectacular. Tal cual.
 Estos fueron nuestros cuatro Biergarten de referencia, con mención especial al último, que hubiese convertido en mi casa con una tienda de campaña bajo la arboleda espectacular. De verdad, el ambiente que se respira en un Biergarten es algo que hay que vivir. Es una camaradería ancestral, respetuosa y que te hace disfrutar de una forma dificilmente equiparable a lo que sería una terraza por aquí. No es lo mismo y por eso se tiene que vivir intensamente. Y lo hicimos. Y nos encantó.


PS:
Como bonus track y para evitar hacer otra entrada separada en el blog, les voy a hacer una breve crónica del #burgerhunters edición Munich. También porque las fotos no son gran cosa y tal vez no merezcan un post por sí mismas.

En todo caso, leyendo las indicaciones del blog Muniqueando, que recomiendo totalmente, me enteré del local de moda en cuanto a hamburguesas en la capital bávara. Viendo su web y la posibilidad de reservar me decidí. BURGER HOUSE es un pequeño local (en este caso, porque tienen otra sucursal en la ciudad) donde sirven unas muy estimables hamburguesas a precios más que razonables. No nos sorprendió excesivamente porque ya venimos enseñados de casa y con mucha guerra en las trincheras, pero lo recomiendo de verdad. Nos gustaron sus hamburguesas, sus patatas y el local. Sólo falló que no hubiese aire acondicionado e hiciese algo de calor (la terraza hubiese sido ideal). Decir también que no tienen Cola de la de toda la vida, sinó una alemanada que se llama Fritz-kola y que creí entender que tenía algo de limón. Y como soy un guarro al que gustan las guarradas, me gustó, claro.

Patatas con especias variadas, muy buenas. Caseras, a mano.
 Hamburguesa más que rebuena. Carne de calidad y tamaño estándar para estas cosas. Experiencia muy grata. Varias posibilidades, muchas combinaciones.
 Tamaño baby para el pequeño, visión general del ágape vespertino.
Una experiencia recomendable y homologable a cualquier #burgerhunters barcelonés. Esto quiere decir que muy bien. Compramos.

Munich, hasta la próxima.

ANNEXO RADIOFÓNICO

Hoy les dejo una mini entrada bageliana algo especial. 

Tal vez ya lo sepan por haber seguido el asunto en Facebook o en Twitter, pero el caso es que el domingo día 11 de agosto me invitaron a participar en el programa de radio Via Lliure, de Rac1. Fue una charla-entrevista que versó acerca del mundo de la hamburguesa y del #burgerhunters que llevamos a cabo en el blog. Fue un placer compartir con ustedes aquel rato de radio y disfrutar de las sugerencias de la oyentes (apuntamos algunos locales, por supuesto).
Si quieren comprobar lo bien que lo pasamos, pueden escucharlo aquí mismo. 


Muchas gracias a Xavi Bundó y a su equipo!!

Podcast #burgerhunters.

21.8.13

Munich y sus Biergarten (I)

Este es un post atípico. Es una guia de viajes simple y que sólo busca enseñar algunos locales por si algun día se pierden por la capital de Baviera, tierra de Ludwig II y de la Oktoberfest. Igual se siente atraídos por su gastronomía o por su futbol, incluso habrá turistas guardiolistas, sin duda. Para ellos, una humilde y escueta guia sobre algunos de esos locales que salen en las guías como lugares a visitar si quieren disfrutar de una experiencia bávara y bárbara en todos los sentidos.

Munich es tierra de cervezas y pretzels (o bretzels). Pan y cerveza a todas horas, acompañadas por carnes en todas sus formas, predominando la salchica (roja o blanca) y el pollo y el cerdo. Vaya, lo que sería el puñetero Paraíso terrenal para quien les escribe. Podría sobrevivir a base de pan enlazado y cervezas durante años, no tengo duda. Empecé el experimento durante los 4 días enteros que pasé en la ciudad y aunque me sentí más lleno que de costumbre, lo achaqué a algún cambio de agua.

Pasemos a lo importante. En Munich existen lo que llaman muy sabiamente los nativos "Biergarten". También vendría a ser un sinónimo de "Paraíso", pero alguien me dijo que también podría ser Jardín de Cervezas. Vaya, que son unos espacios llenos de mesas largas donde poder aposentarte y beber y comer el rato que quieras, pasando la tarde incluso. Se comparte mesa con desconocidos, lo que siempre puede dar paso a una conversación e incluso ligar. Hay leyendas que hablan de que alguien se ligó a una alemana sin ser Alfredo Landa.
En todo caso, en los Biergarten hay normalmente dos zonas: la que te sirven y la self service. Si el Biergarten tiene restaurante al uso, pues es más fácil que te sirvan. En los self service no hace falta ni hablar, al elegir tú mismo la cerveza que quieras y los platos, y pagar directamente en la caja. Ideal para no germanoparlantes tímidos. En algunos Biergarten, avisamos, te cobran el envase, demás, para que lo retornes, y te devuelven el dinero. Si el litro cuesta 7, te cobran 9, y luego te devuelven los dos €, cuando llevas el jarrón de vuelta. También es típico que en cada Biergarten te sirvan una sola marca de cerveza. Así que vayan según preferencias. En otros van rotando e incluso en algunos tienen varias marcas (raro).

En esta entrada les voy a hablar de dos Biergarten muy diferentes. El primero, el más conocido, el más importante, el de más rancio abolengo, el más hitleriano incluso...La HOFBRÄUHAUS. Cervecería y restaurante al uso tradicional, sirve comidas desde hace...500 años. No en el mismo enclave, pero sí en espíritu. Proveedora de cerveza a la Casa Real bavaresa, los Wittelsbach, leo que aún hoy es de propiedad estatal...tremendo. Es un local típico, donde sentir la cultura bávara (otrora llamada folclore) y donde te encuentras a una banda de música tocando para la clientela embutidos en los trajes tradicionales bávaros. Los camareros, en todos los Biergarten al uso también lo hacen. Señas de identidad.
La Hofbräuhaus es un local para visitar sí o sí, y si quieren comer, no está mal. No es lo mejor de la ciudad pero se puede comer por un precio más que aceptable. Y es que hasta en Alemania se puede comer más barato que en el rico país que es éste en el que vivimos. Se piden una cerveza de medio litro o de litro, y unas salchichas. Y listos.
Precios y tipos de cerveza:
En este caso, salchichas blancas, lo que aquí llamos bratswurst y allí no tanto. Acompañamiento de kartoffelnsalat clásica. Un plato recomendable, muy digno y no caro.
Medio pollo al horno, con la misma ensalada de patatas que antes. Aquí no se andan con tonterías de cuartos y muslitos. Medio es medio. 
Y algo de cerdo que no recuerdo cómo se llamaba. Pensé que sería el famoso codillo, pero no. Un filete muy tierno y que se dejó comer bien, junto a esa pelota patatera de textura à la mochi muy curiosa...
Un local al que vale la pena ir porque es el más recomendado y famoso de las guías y donde van a poder comer bien sin más. Y beber mejor.

Otro día nos dejamos caer por la LÖWENBRÄUKELLER. Y aquí tocamos el cielo gastronómico muniqués biergartenense. Más alejado del centro e ideal tras visitar el Nymphenburg, se puede llegar a golpe de tranvía y metro a este rincón donde encontraremos un Biergarten más típico. Zona self service y zona con manteles, donde te sirven. Y cómo nos sirvieron...
Empecé probando una cerveza que por lo que pude entender debía ser un mixto entre negra y limón (Dunkel?) y que estaba realmente muy bien. Curiosa mezcla, típica por esos lares.
Después pedimos unas verduras como entrantes y para disimular que resultaron un espectáculo...Con una especie de bechamel por encima, y al horno, resultaron una grata sorpresa. Y sana!! Si le quitas la salsa, más, claro. Pero muy sabrosas y en su punto crudité. Al fondo, remolacha que también se dejaba comer como acompañamiento. Muy bien.
Los bagel que no escriben aquí se compartieron medio pato, que estaba en su punto y como pude comprobar DELICIOSO. Qué jugosidad tan bien conseguida. Eso son años de buen hacer, sin duda. Y patatas mochi all around.
Y para el final otra grata sorpresa...el chucrut de la Löwenbräukeller es perfectamente COMIBLE. Estaba bueno, en serio. Ya sé que no les gusta, y puedo dar fe que me comí algún otro por ahí que no estará en el podio de lo mejor de Munich, pero este...increíble. Fue una sorpresa total y pude disfrutar como un muniqués de verdad. Casi alta cocina, o lo parecía. De verdad, casi nunca les engaño.

Esta es la primera parte del München Tour y no podía no estar dedicado a lo mejor de la ciudad, que son sus Biergarten. Faltan más y les dejo para el próximo post nuestro favorito. Decir también que si ven que en Barcelona hay un Biergarten, no hagan mucho caso. Les van a sablear por tres salchichitas y no van a disfrutar nada. Es un decorado. Lo de Munich es demencialmente bueno y necesario. Experiencias para ser vividas.
"Los europeos que no viven en el sur son unos aburridos y no salen de casa". Claro, los que se pasan la tarde en el Biergarten socializando deben ser todos italianos y españoles de paso. Claro. 


PS: No puedo evitar esto: 
El Pretzel, deconstruído a base de mordiscos. Próximamente, más.


6.8.13

La Pubilla. Ya está crecidita y trae un pan bajo el brazo.

LA PUBILLA, frente a una puerta del Mercat de la Llibertat, Gràcia Town.

La Pubilla es un clásico. Un incunable de los buenos. Míticos son sus esmorzars de forquilla y su menú, sobre todo porque poca gente lo ha probado...Bueno, exagero mucho para decir que yo lo he intentado dos veces a horas tan intempestivas como las 13'30h y nada, sin sitio. Así que sigue siendo un misterio aunque algo nos dice que vale bastante la pena.

En el caso que nos ocupa la cita era mucho más temprano y con otro propósito. Bueno, un par de ellos. Primero desayunar, que es una costumbre a la que tengo bastante cariño como ya saben y a la que no falto ningún día. Y segundo es que era una cita/akelarre con otro par de bloggers con muy buen gusto y talento gastronómico: los grandes Víctor y David. Había que escoger un local de garantías sí o sí. Y sin duda La Pubilla lo es. Nos pusimos de acuerdo muy rápido. Como en casi todo.

El local en sí es del tipo viejuno moderno, es decir que combina una estética clásica vintage (...) con toques actuales y de cierta tendencia, como fotos sugerentes en las paredes, pósters o colecciones de revistas de gastronomía en los estantes. Detalles. (Local abierto desde 1912)

Este es el menú que se ofrece por las mañanas. Brutal y descarnado espectáculo. No se hacen rehenes y no se negocia con terroristas. Se va a por todas y no se admiten cupcakes ni tortitas. Si se admitieran ya no sería un esmorzar de forquilla, sería otra cosa. Y aquí la cosa está clara. Se come muy bien y a un precio más que aceptable. No son los dos euros del café con leche y croissant, pero es que la comida tampoco lo es. Sin miedo.
 Hemos ido un par de veces y hemos salido más que satisfechos. Por menos de 10€ desayunas-comes y te tomas algo. Vayan a las 11 de la mañana y ya tienen la comida hecha. Luego cenan a las 19h y pueden sentirse nórdicos por un día. Si vuelven a tener hambre a las 23h, ya no es culpa nuestra, busquen un Seven Eleven como en las pelis americanas de antes.

En mi primera visita me agencié este clásico de Ous ferrats amb butifarra negra. Hay que reivindicar mucho más estos platos. Hay que pedirlos más. Hay que ofrecerlos más. Hay que comerlos más. Fue una experiencia orgásmica viejunil, retrotraído a esa infancia pueblerina rodeado de morcillas colgando. Lo más. Un desayuno más que de campeones. Sin menospreciar el arte del huevo...Así se hace un huevo y así se disfruta, pudiendo mojar y remojar en ellos. Para eso es un huevo. Si no, ¿de qué?
 El pan en La Pubilla es otra maravilla. Por culpa de esta manía de ser un indocumentado no pregunté de dónde lo traen, pero es de alta calidad e ideal remojamiento huevil.

En la última visita opté por los magnos huevos y la Terrina cruixent de peu i morro. Sin palabras. Hice caso a otro gran comedor de esmorzars de forquilla y no falló. Garantía. Un más que platazo para mojar, revolver los huevos y sobre todo disfrutar mucho. Ya saben que lo hago por ustedes.
 Al fondo el mítico pan requemadete.
En la ocasión que me acompañó minibagel se tomó unas buenas salchichas con patatas y no dejó casi nada...No se puede negar que es hijo mío aunque haya salido más guapo que quien les escribe.
La Pubilla es un local interesante. Aunque las cantidades, según leo en otras crónicas, no sean muy grandes, la verdad es que la posibilidad de poder comerte un par de huevos fritos con butifarra cualquier mañana y de esa calidad es algo que tiene que pagarse por algún lado. Yo lo he hecho encantado las dos veces que he ido. Un servicio atento, sin agobiar y sin parafernalias, discreto, efectivo y a comer.

Recuerden que siempre nos decían que el desayuno era la comida más importante del día. Pues a rajatabla, a cuchillo y a tenedor. Larga vida.