21.7.11

176. Por los tejados.

Hubo un tiempo a la contra en el que me hubiese disparado a mi mismo por escribir cosas como las que voy a escribir ahora mismo, pero eso ya pasó. He pasado al lado oscuro, me he convertido en un tipo ciertamente snob, al que le encantan las delicatessen (o delicasis), los supermercados caros tipo Mary's Market, ir a restaurantes que no son muy caros pero que no son baratos y me encanta disfrutar de lugares con clase refugio igualmente de pijos.
Y ahora he descubierto las terrazas de los hoteles. Sí, que le vamos a hacer. No es que se acabaran los bares de siempre, pero oigan, disfrutar es disfrutar, y una buena terraza, bien lo vale.
Hoy, dos ejemplos para los que nos iniciamos: Hotel Barceló Raval, Hotel 1898.

  • Hotel Barceló, en el Raval.
Ciertamente decepcionante. No por las vistas, pero no fue un triunfo, podríamos decir. Un lugar algo estrecho, organizado en una terraza en 360º, pocas sillas y pocos lugares donde acomodarse, con una barra minúscula dónde pedir y en el que se organizó una cola mastodóntica de la cual nos salvamos por 2 minutos. Un mojito, correcto sin más, a 10€ y un rato agradable pero sin sorprender. Lo mejor, el hotel por dentro.

  • 1898, en Rambla con Pintor Fortuny.
Hotel colonial de visita obligada para admirar simplemente su decoración. Y de paso admirar su terraza. Increíble. Ésta sí. Una gran barra y diversos camareros dan la bienvenida, y tras ella, una terraza como debe ser. Sillas, sillones, sofás, camas (SI!!!) de jardín hacen que la terraza sea lo que debe ser una terraza veraniega, y a esto le añadimos unos mojitos de impresión. 14€ que los valen todos y cada uno. Porque subir a la terraza y estar en ese ambiente paradisiaco no cuesta nada de por sí, con lo que la consumición se paga con gusto. Un mojito de proporciones gigantescas, con fresa incluida que deja huella. Hay que volver, sí o sí.

Próximamente, más.


PS: Nótese que dentro del snobismo he cambiado la Estrella por el mojito de diseño. Sí, ¿qué pasa?

12.7.11

174. Restaurantes.

Hàbaluc, C/Enric Granados con València.
Lugar muy recomendado para cualquier ocasión. Me explico. Comida muy interesante, precios muy interesantes, productos naturales/orgánicos, menú de fin de semana a 13€, ideal para ir con niños según TimeOut, desayunos completísimos, localización privilegiada. Muy bien.



Sagàs, Pla de Palau frente a la Llotja.
Superinteresante restaurante de bocadillos. De todo tipo y procedencia, pero sobre todo, naturales y del territori. Carne de primerísima calidad y productos de cercanía, de granja catalana, muy, muy, muy recomendable. Le dejo al amigo Flavorcook un análisis más profundo, pero he de decir que disfruté como hacía mucho tiempo que no lo hacía con un bocadillo...Porchetta, carne de cerdo rostit y en su salsa, dentro de una xapata con pan con tomate. Madre mía. Me faltó probar el recomendado en la red, el de Pork Buns.

  
Wok & Bol, C/Diputació, 294.
Defraudado salí. Pero creo que porque he elegido mal. Debería haber hecho pasta, arroz y no calamares con verduritas como he hecho. Sosos y casi insípidos, no han valido la pena. El Dim Sum de carne, verdura y gamba ha estado bastante bien, sí, pero me he quedado con hambre y ciertamente defraudado por ése segundo plato erróneo.