23.8.12

CAFE EMMA. Le France, o casi, en el Eixample.

CAFE EMMA, C/Pau Claris entre València y Aragó, Barcelone Ville.

Hoy les hablaré de un lugar con el que tengo una extraña relación. El Cafe Emma desde sus inicios me ha desconcertado a la vez que gustado en una extraña mezcla de sensaciones que intentaré transmitirles en las próximas líneas.
Este local es una especie de "sucursal" low cost (y potencial franquicia según su web) de un restaurante estrellado en Toulouse, del chef Michal Sarran, con lo que en principio debería ser una garantía (...) indudable. Así, los reportajes que se le hicieron al inicio de su andadura barcelonesa dejaban claro que estábamos ante un bistró cuasiparisino en el corazón del Eixample. Aunque uno no acaba de saber bien del todo qué es un bistró parisino cuando ha estado en París y los restaurantes no acaban de parecerse entre sí. Y cuando se le llama bistró a algo fuera de Francia, puedes temblar directamente, como si te pusieran unas tapas en Finlandia.
Pero dejando de lado la polémica nominal o conceptual, el Cafe Emma es un restaurante de indudables aires franceses. Y bastante bonito, todo hay que decirlo, aunque su gran terraza en la fachada del local pueda ser incluso ilegal...
Pero nada, dejando otra vez de lado las polémicas nominales y formales del local, vayamos a lo que nos interesa.
He estado, creo, tres veces en el Emma y las tres veces he tenido la sensación que les anunciaba en el inicio del artículo. Raro. ¿He comido bien? Sí. ¿Ha sido una experiencia completamente positiva? No. Pero bien, pero no del todo. Argumentos. Se come realmente bien en el Emma, y su menú de mediodía entre semana (al final del post) es bastante interesante, por unos 14-15€ (ahora 17!!!). Pero fuera del menú, es algo caro para lo que acaba ofreciendo. Platos o platillos de calidad pero algo escasos aunque de precio van sobrados, y sobre todo su plato estrella es mejorable. Pero es muy bueno. Seguimos con esa dualidad. Su plato estrella son los macarrones de bogavante, que como podrán apreciar entre las fotos han cambiado el color de su salsa desde sus inicios y han mejorado, pero siguen teniendo un problema: los traen en una fuente individual caliente que denotan que han sido recalentados sin más. Ojo, repito que están muy buenos, pero están como producidos en serie y recalentados para servir. Igual no es así, pero lo parece, no lo sé. La sensación existe y hace que baje puntos en la apreciación.
Mejorable también es la formación en vinos del servicio, por ejemplo, aunque no creo que sea un problema específico del Emma, lamentablemente.
Pasemos a los platos y juzguen ustedes.

Para empezar sirven en cada mesa una mantequilla muy buena, para untar con unas tostaditas. En esta foto pueden visualizar al fondo como el bote de lo que era una especie de mantequilla de anchoa ya está vacío...

Pedimos luego un tartar de atún ciertamente muy bueno pero algo escaso, como les decía antes. (14€)
Una ensalada de aguacate con buey de mar. (16€)


El mítico plato de macarrones con bogavante versión actualizada, Dark edition. Espectaculares, se disfrutan muchísimo, y si pareciese que están hechos al momento, mataría por ellos. Y la ración está bien pero algo más tampoco iría mal. Pero sigue siendo más barato, creo, que un plato de La Tagliatella, por ejemplo. (12'50€)


Blini de salmón, algo mejorable y ciertamente tamaño XS. (No encuentro el precio)


Detalle de los macarones...
Y aquí les dejo el menú escogido cuando fuímos la primera vez, recién abierto y que nos salió mejor de precio, indudablemente.
Huevos Benedictine al salmón. Muy recomendable.
Quiche Lorraine. Porción.
Macarrones al bogavante, Light edition de los inicios. Muy buenos.
Onglet a la plancha con escaluñas, una acertada elección aunque las patatas eran mejorables por ser ciertamente vulgaris.
En definitiva es un local interesante. Pero al que hay que ir sin pretensiones de encontrar el bistró definitivo ni nada muy espectacular. Se come bien pero en cuanto te despistas te vas a 30€ por cabeza sin darte cuenta y eso deben tenerlo presente. 
Ideal si quieren ser franceses por un rato o un poquito snobs. O las dos cosas. O si quieren probar esos macarrones, simplemente.
Es un buen local, es bonito, la cocina es exclusivamente francesa (y sus vinos diría que también) y tienen mucho gusto, pero. Pero. 


19.8.12

TERRA MILLES. El Grao. Castelló classic.

TERRA MILLES, El Grao, Castelló de la Plana y no de Fabra, como al le gustaría que fuese.

En nuestra política de expansión internacional, La hora del Bagel camina poco a poco. Por ahora, nuestro radio de acción se limita a unos 300 kilómetros pero esperamos dar la vuelta al mundo en unos pocos meses. O no, ya lo irán viendo si eso.
Así, tras experiencias en comarcas allende la AP-7 como el Baix Empordà o Girona, nos encaminamos un día de julio hacia la vecina Castelló, en el País Valencià, sin dejar esa AP-7, esperando disfrutar de unos buenos ágapes junto al mar para poder volver luego a contarlo y deleitarnos otra vez con la experiencia. Y aquí estamos, con un clásico de la zona.

Si van ustedes al Grao, o Grau, barrio o distrito marítimo de Castelló y preguntan por un restaurante clásico de los de verdad donde comer, los locales con un mínimo de gusto les van a responder sin duda Terra Milles. Es lo bueno que tiene comer con gente del lugar, que te lleva a los lugares que valen la pena de verdad, sin modas ni tonterías. Garantía. 
En este caso, el Terra Milles es un local en el puerto, a 5 metros del agua y al lado de la lonja donde descargan la pesca esos sufridos pescadores semiartesanales. Es evidente que no se puede tener mejor género...La foto del barco que he puesto aquí está hecha desde la terracita del restaurante.
Es un restaurante de toda la vida, de pescadores, así que no busquen glamour ni instalaciones cool. Un garito donde se cocina, unas mesas en el mismo puerto al lado del agua, una pérgola para dar sombra y listos. A disfrutar.

De todas formas es un lugar muy peculiar. Les intentaré transmitir su idiosincrasia. Ofrecen 6 ó 7 platos, depende de lo que traiga el mar. Y de cuánto traiga. Así, si el género se termina, se tacha de la lista donde se detallan los platos del día. ¿Qué tiene de especial esto? Que cada día puede ser una "carta" diferente. Y que si llegas tarde igual solo quedan aceitunas o tomates para comer...Ah, y según cuentan los naturales del barrio, la simpatía no es precisamente el fuerte del personal que atiende, con lo que podría ser que te dejaran el plato en la mesa en una especie de semilanzamiento olímpico a distancia con insulto implícito en el mismo. Exagero, sí, pero ya se sabe que a veces en estos sitios de fama legendaria las cosas no son como deberían. Y la gente sigue yendo sin parar. Algo debe haber. Y nosotros damos fe.
Menú del día, del que creo recordar que pedimos casi de todo lo que había porque al llegar ya había habido un par de bajas en la lista...
Empezamos con una ensalada de alta calidad, con producto muy fresco.
Seguimos con unas sardinas a la brasa, espectaculares. Y no soy muy de sardinas, que conste.
Seguimos compartiendo unas sepias fresquísimas y buenísimas a las que espero la foto les haga justicia. Tremendas. Nos comentaron que 20 minutos antes estaban vivas. Bueno, no, pero podría haber sido así.
La foto que comentaba arriba, el puerto a pie de restaurante para ver descargar el generazo.
Y el plato principal, fideuà para todos, porque ya digo que no hay más opciones. Unos días arroz (ganas de probarlo me quedaron, no crean) y otros fideuà. Bendita dicotomía. En este caso, un espectáculo total con un sabor de los de verdad y fideo grueso. Cocinada en vivo y en directo. Así, sí.























En definitiva, no sé cuántos de ustedes, lectores seguramente afincados junto a la Gran Barcelona, se va a desplazar a propósito a Castellón a comer una fideuà, pero oigan, si ya están por allí alguna vez, en el FIB o en el aeropuerto, no hagan caso omiso al consejo y pásense. Igual les sonríen y todo. Y vivirán una experiencia genuina.


Addenda Post Publicatio: 1. En lo referente al trato, me hago eco de la fama ya que el día que fuimos no nos trataron en absoluto de forma criticable. 2. El precio...me olvidé: unos 17€ por cabeza si no recuerdo mal. Listo.

16.8.12

VELÓDROMO. Bar-Restaurante total.

VELÓDROMO, C/Muntaner 213, esquina Diagonal lado mar.

No puedo decir nada de este clásico que no esté dicho ya. Un local de toda la vida que abría muchas horas cada día (o eran todas?) y que estuvo cerrado más tiempo del recomendable, hasta que Moritz se decidió a reinventarlo junto a un chef de renombre como Carles Abellán. Y personalmente creo que lo hicieron muy bien.
El Velódromo clásico es desconocido para mi, pero no así esta nueva versión, que podría decir que casi adoro. Casi, porque tampoco es que vaya cada semana, aunque no me importaría. He ido más de tres veces este año (lo cual es raro para mi porque repito poco en los locales a no ser que me vuelvan loquísimo de atar) y puedo sentenciar que es un lugar al que hay que ir.
No hay que ir esperando que sea el Paraíso de la innovación, como casi ningún lugar de los que hablo aquí, pero hay que esperar comer bien unas buenas tapas y bocadillos, que es lo mínimo. Pero además, disfrutando de un local que es una maravilla estética. Conceptos vintage (barandilla, lámparas, billar...) junto a una calculada modernidad unidas de la mano (vayan a lavarse las manos, por ejemplo). Un lugar ciertamente especial y diría que de moda una vez más, si es que alguna vez dejó de estarlo. (Las últimas veces he coincidido siempre con algún que otro famosete tomándose algo a altas horas de la noche).
Ya sé que algun@ habrá que piense que es un lugar para pijos, o es una tomadura de pelo y esas cosas. No vayan, no es obligatorio. Yo les relato lo que pienso y si me ha gustado o no. Las filias y fobias de cada un@, de cada un@ son.

Hemos disfrutado gratamente siempre que nos hemos dejado caer por allí, y seguiremos haciéndolo, sin duda. Aún recuerdo un salmorejo hace unos 3 años, recién reinaugurado, con langostinos en el fondo del plato que me hace estremecer de tanto en tanto...Las otras veces que hemos estado nos hemos decantado también por tapas nada rompedoras pero con las que disfrutas siempre. Y el precio nunca sube fuera de los 20 por cabeza, como mucho y como debe ser.

Esta vez fuímos expresamente a probar el Pastrami estilo Katz de la carta. Culpa de Arantxi...Como newyorkers (la mitad de bagel lo es) teníamos curiosidad enfermiza tras conocer que lo ofrecían sin pudor alguno, así que fuímos ipso facto. Pero como no solo de pastrami vive el hombre, aprovechamos para comer como si no hubiese un mañana, por supuesto. Pero con moderación. O no, ustedes valoren.
Huevos estrellados con butifarra del Perol. Lo comenté en un tweet, el inventor de esa butifarra debería tener un Nobel. Delicioso es quedarse muy corto. Pecaminoso total. Cómo nos gusta que lo sea...
 Chistorritas de no recuerdo dónde (Vilafranca?)...Espectaculares. Jugosísimas!! Complementos ideales.

 Pastrami Katz...Aún teniendo dos referencias más en la carta con Pastrami, aún no disponen de ellas en cocina, así que el único es éste. Y no podemos quejarnos. Aún guardando diferencias con el de NY al ser un poco más roast beef que auténtico pastrami (aunque ya hace demasiado que probé el de NY...), se puede decir que es un bocadillo espectacular. Con una justa ración de mostaza picante y el acompañamiento de un PEPINO encurtido que no pepinillo, fue más que delicioso. Muy recomendable para los amantes del embutido carnoso. Total. No se lo pierdan porque vale la pena.

 Para completar la crónica, les dejo fotos antiguas de otras ocasiones, con solomillos, calamares, croquetas y una hamburguesita que también recuerdo con mucho cariño...Ya les digo que no se come nada mal, dejen sus prejuicios si los tienen, a un lado.


Resumiendo, un restaurante-bar-bar de copas al que hay que ir alguna vez y a cualquier hora. Y no solo para comer. Para beberse unas Moritz, para beberse unos cocktails (ahora de la mano de Jordi Otero, uno de los cockteleros mayores del Reino) o para llenar el estómago de forma fiable. O para ver ese estupendo local.
Y a buen precio, repito. Porque si no yo no volvería con tanta asiduidad, se lo aseguro...
Otro acierto de Moritz y su estrategia, sin duda.
El bar-restaurante que (casi) nunca descansa. Y ofrece buena comida a buen precio.


P.S.: Ya saben que a veces somos muy mainstream, pero qué le vamos a hacer...

6.8.12

La Pizzeta, Begur. Y no hace falta pedir pizza.

La Pizzeta, C/Ventura Sabater 2-4, Begur, Costa Brava, Brava Coast.


Restaurantes en Begur hay unos cuantos. Conozco varios, sí. Pero ninguno tan recurrente como éste. Ni tan repleto siempre de gente. Ni donde la RCP sea tan ideal. Vaya, que se puede comer realmente bien. Pero es un lugar no apto para mucha gente y me explicaré ipso facto.


Miren, La Pizzeta es un restaurante de verano. De temporada de verano quiero decir. De esos privilegiados restaurantes que abren de marzo a octubre y cierran el resto, porque en esa temporada de verano se deben hacer de oro. Está lleno cada día. Y solo abre por la noche! Pero a partir de las 19'30h se puede reservar e ir a cenar (y hay que reservar siempre, no se presenten con la guitarra a improvisar...). Y con ese horario se empiezan a hacer a la idea de su público potencial. Hordas de turistas europeos de todas las nacionalidades se dan cita en este local y lo llenan desde ese momento hasta altas horas de la noche. Porque vale la pena. Pero amig@s, otro aviso: es un local muy children friendly. Mucho. La suerte es que normalmente los niños foráneos son bastante discretos. Pero por su privilegiada localización en una casa indiana de mitad S.XIX donde hay un gran patio, jardín y pérgola, pueden encontrarse con criaturas corriendo entre las mesas. Es la idiosincrasia del local, su ADN. A los niños les encanta, a los padres también. A los menos puntillosos, claro.*


Ya he hablado de su magnífica localización en esa impresionante casa indiana, ahora vamos a lo que más nos importa, a su comida. (Ojo, nos interesa todo entorno, y más si es histórico!)
En La Pizzeta no inventan nada pero no es un restaurante de pizzas. Sí, pero no. Lo es porque hacen pizzetas como la de la foto de abajo, pequeñitas ideal para niños, pero no es su plato estrella ni mucho menos. Yo hace tiempo que no pido pizzeta, la verdad. Su extensa carta, que pueden ver en su web, es variada y realmente interesante. Hay de todo, y últimamente se han empezado a atrever con una cocina orientalizada, con currys, por ejemplo. Evolución. En un restaurante turístico en un pueblo turístico. No estamos hablando de otra cosa, no lo olviden tampoco.
Pasemos a repasar algunos de los maravillosos platos degustados en ese más que recomendable escenario.


La ensalada de salmón es imprescindible. Aunque le sobre un poco del recurrido queso de cabra (...), el tamaño es considerable y es un festín. La pedimos siempre. Y ya saben mi historia con el salmón y bla bla bla.

La pizzeta que da título al restaurante. No es nada espectacular, lo comenté antes, pero resultona y sobre todo encanta a los pequeños. Las hay muy variadas, eso sí.
El curry rojo, de los que son picantes de verdad. Excelente equilibrio entre la cremosidad de lo que yo diría es leche de coco y un variado de gambas y verduras en su punto. Gran opción.





Grandísimo salteado de verduras, setas y vieras...Para quitarse el sombrero. Muy recomendable. Vierazas.
Ravioli abierto de langostinos y verduras. Disculpen la foto tras empezar a comer, pero claro...La verdad es que es un plato hiperrecomendado. Las verduras en un punto crudité espectacular. Brutal.
Sobre los postres, frutos rojos con crema de yogurt, y la espectacular Tartaleta de melocotón con vainilla de Madagascar...Sin palabras.


Para ir cerrando el tema, valorar que la carta es mucho más amplia (vean web) y que nos dejamos infinidad de platos espectaculares, como todas las carnes a la brasa, las pastas, de espelta incluso o la infinidad de ensaladas y entrantes para compartir que se van a encontrar.
En definitiva, una gran opción en la zona para la que hay que reservar siempre, ir preparados a encontrar una joven audiencia y donde van a comer realmente bien, y por unos comedidos euros, que es lo que cuenta.
Restaurante muy digno para unas vacaciones. Ideal.





*Excepto alguna voz algo estridente, nunca tuvimos excesivo problema con vecinos de mesa...así que lo pinto mal para que luego su potencial experiencia sea mejor. Yo volveré bien pronto.

PS: Vean que en algunos platos aún pecan del exceso del cocinero moderno. Queso de cabra, vinagre de módena y similares. Se les perdona.

4.8.12

Taktika Berri revisitado. Platazos de los de verdad...

Ya tienen información sobre Taktika en el post correspondiente. Hoy solo actualizamos con una espectacular cena sentados alrededor de una mesa y no en la barra de los pintxos. Mucho más serio, palabras mayores. PALABRAS MAYORES.

Ya conocen mi opinión sobre Taktika, es el mejor vasco que yo haya pisado en Barcelona. Y podría ser el mejor restaurante de la ciudad, o al menos uno de los lugares en los que disfruto más y de los que pondría en un top 3 de la ciudad. Simplemente un clásico de los gordos. Y de 
merecida fama.

Les dejo con la retahila de espectaculares platos que conformaron una comilona a la altura de las que hacían los Emperadores Bizantinos. O algo así.
Tortilla de bacalao. Clásico de la ciudad, imperdonable no comerla alguna vez! El arte hecho tortilla.

Boquerones...
Ensalada de cabracho. Sin palabras.
Ensalada de bonito. Espectáculo incluso visual.
Merluza a la donostiarra.
Merluza rebozada.
Tortilla de piquillos.
Y otro mito para terminar. El chuletón de Buey. SIN PALABRAS. No creo haber comido nada similar nunca...el placer carnívoro hecho materia. 

Los platos del Taktika son Arte. De calidad superlativa, difícil de igualar y cuidados a un detalle mínimo. Un saber hacer que se gana día a día desde hace muchísimos años. 
Y se nota, se agradece y les pido que vayan alguna vez en su vida!!