En nuestra ruta de bares varios que iniciamos ya hace muchos meses siguiendo la estela del amigo En Ocasiones Veo Bares, nos hemos dejado caer por infinidad de locales que merecen más de tres aplausos. La Campana u O'Retorno como paradigma del éxito ya explicado en la entrada correspondiente y que nos sirve de garantía para seguir esa magnífica lista de pequeños lugares donde disfrutar.
Encontrándonos por la zona del Marcel, cosa algo extraña como pueden comprobar en las entradas del blog (upper Diagonal no es nuestro territorio fetiche), decidimos probar éste a ir a la ya mencionada opción campanera. Somos conscientes de que vamos tarde, de que el Marcel no es ninguna novedad y no pretendemos hacer un post del tipo "hemos descubierto un local interesante". Como digo, simplemente no es nuestra zona y la zona no es nuestro estilo, de ahí la no visita hasta el día de autos.
Justificaciones a un lado, la visita al Marcel se saldó con un éxito rotundo. Tal cual. Comimos bastante, bien y a 11€ por cabeza. Las tapas son tapas, y si controlas un poco cuáles pides, no puede salir mucho más caro. No fue un festín pantagruélico pero sí bastante espectacular.
Podríamos haber elegido terraza, sala exterior o interior, y al no estar llena la interior optamos por ella. Lo digo porque es pequeña y si se juntan un par de grupos dentro igual ya no es tan agradable por el ruido que se podría generar. Pero es lo bueno de comer a la 1, que en pocos sitios encuentras gente y la cosa siempre es mucho mejor. Ventajas de querer ser islandeses.
Vayamos a lo degustado con cierta pasión el día de la crónica. Como pueden ver, un revuelto de tapas como mandan los cánones, regadas con abundante cerveza.
Ensaladilla rusa, muy buena e ideal para menú infantil (me la comí yo, conste en acta), junto a unas patatas bravas de nivel. De mucho nivel, la verdad. No lo parecen y la salsa es del tipo allioli pero luego se van embraveciendo y acaban por ser una brava maravilla. (Fíjense en el detalle aceitero apimentonado bajo las mismas)
Junto a éstas, unas alcachofas fritas que nos sorprendieron. Por dos motivos: uno porque no eran las típicas chips de alcahofas, y dos porque parecían, y digo parecían, corazones de alcachofa en conserva que se habían rebozado y frito. Y estaban muy buenas, fuesen lo que fuesen. No me quejo que pudieran ser conservas, no me malinterpreten, lo que digo es que parecían y que luego nos sorprendieron porque estaban muy buenas. Pero igual era una impresión nuestra, no lo puedo asegurar. En todo caso, pídanlas y pasen este párrafo!
Los clásicos pimientos del padrón que no pueden faltar como norma, o tradición de Miss Bagel (aunque nunca piquen!!). Pero estaban muy buenos y como coartada para la ingesta de verduras siempre vienen bien.
En el plano general pueden ver un par de tapas más que no salieron en las fotos: chocos, muy, muy buenos, y unas croquetas que son también parte de la tradición bageliana. Hay que pedirlas siempre. La croqueta como medida de la calidad de un local y en este caso, buenas también.
Dejen el vano orgullo de barrio a un lado y visiten el Marcel, que lo merece.
6 comentarios:
Buen artículo, y buena relación calidad precio, estoy muy de acuerdo en que las croquetas miden el nivel de un establecimiento de tapas!
Saludos.
Con esos precios no parece que sea la Upper Diagonal oye! más bien de Cornelius City ;)
Amé lo de la croqueta como medida para saber qué tan bueno es un lugar o no. Saludos.
David, Ana, lo de las croquetas seguramente no sea la única forma de medir, está claro, pero es que...si son buenas, el bar es bueno. Y si son malas, es que no hay cuidado y dice mucho de un local!! ;)
Arantxa, todo depende de lo que se pida! Moderación!!! jajaja
Yo también soy de croquetas! Y esto de las alcachofas me ha dejado intrigada, tendremos que "subir" más por esa zona.
Indudablemente Montse!! (E ir a La Campana!!)
Publicar un comentario