21.5.12

Bagel.

Mucho tiempo hace ya, demasiado, que no le dedico una entrada a nuestro guía gastronómico, a la luz de nuestro mundo. 
Mi amor incondicional por ese bagel de origen judío modelado para el mundo desde la ciudad de los cinco barrios y mucho rascacielo es de sobras conocido por los asiduos a esta parada. Aquellos que alguna vez han tenido la (gran) suerte de ser invitados a la casa de los sueños bagelianos han podido probar exactamente esto que hoy les traigo aquí y que comparto para que se atrevan a hacerlo en casa al menos una vez, y dejen de venir a la mía. Con cariño.
Y por supuesto espero que lo hagan más, si la experiencia les gusta.

Yo no les voy a explicar el proceso de creación-horneado de un bagel. Aquí no tenemos ese talento. Yo les voy a explicar cómo los comemos, que es mucho más rápido e interesante. Para que nos los hagan ya tenemos el Be My Bagel*, de la Calle Planeta con la Plaça del Sol en Gràcia, Barcelona. Antiguamente teníamos el The bagel shop en la calle Canuda con Plaça de Madrid, pero cerraron.
Maneras de comer un bagel hay tantas como personas puedan comprar uno. Pero en casa solo aceptamos una manera, la tradicional de la cultura judía neoyorkina: Cream cheese con salmón. Pero con un toque familiar para hacerlo algo más sabroso.
Para algunas cosas somos muy tradicionales, qué le vamos a hacer.
Qué necesitamos para esta experiencia:

BAGELS. En este caso, de sésamo y semillas de amapola o Poppy
Una vez tenemos los bagels en nuestro poder empezamos a elaborar los complementos y a preparar lo principal, en lo que sería la reinterpretación gentil de la tradición hebrea.
Primero, elaboraremos un sencillo picadillo de cebolla y pepinillos. Nosotros elegimos normalmente pepinillos pequeños en vinagre, pero si los prefieren grandes da igual porque los van a picar. Por eso se llama picadillo. He aquí una idea del proceso, que finaliza bañando ese revuelto verdiblanco en abundante aceite. Y he escrito abundante. Que luego nos tiene que chorrear o regalimar (depende en el idioma que coman) mano abajo.
Tras la elaboración con amor de ese picadillo, preparamos las lonchas de oro anaranjado de los mares del norte. Salmón pueden encontrar más barato y más caro, de piscifactoria o salvaje escocés. De Alaska o del delta del Llobregat, pero nosotros nos conformamos con uno de precio medio. No hace falta que compren lomitos en el gourmet del Corte Inglés a no ser que tengan mucha pasta para gastar. Y no es el caso.
Un poco de eneldo y algo de limón y vamos acabando la preparación para empezar a montar nuestra combinación.

Empecemos:
Bagel y cream cheese, Philadelphia de toda la vida ya va bien. Pueden probar con yogur natural o incluso con guacamole, pero igual les cae un rayo por sacrílegos. Detalle de huevo duro que utilizaremos al final.

Colocamos una buena porción salmonera sobre lo anterior.
Y montamos nuestro bagel. Picadillo sobre el salmón en cantidades abundantes. La gracia es que todo se vaya desmoronando un poco mientras nos cae el aceite por las manos. Porque lo comemos con las MANOS. Cuenta la leyenda que si cogen tenedor para esto quedan malditos de por vida o les persigue un Golem en sueños.
Tras el picadillo coronamos con porciones de huevo duro. Últimamente es tendencia en mi casa ponerlo así en plan corona huevil, pero también lo pueden picar todo sin problema y ponerlo sobre la mezcla de cebolla y pepinillo. Como prefieran. Además no se conocen maldiciones asociadas a este libre albedrío organizativo huevero.
Ya está. Ya lo tienen. No tardan más de 15 minutos en preparse todo esto y en empezar a disfrutarlo como ven en la foto (borrosa por la emoción) de abajo. Es ideal.
Y contundente. Bastante. Les recomiendo que coman un par de mitades, o tres si tienen la misma hambre que Moisés por el desierto, por persona. Nosotros nunca los cerramos en plan bocadillo. Se disfruta menos y desperdicias materia prima, en mi opinión. Pero bueno, les permito que lo hagan si quieren.
Otra recomendación es que el bagel se puede tostar antes si prefieren, o 
comer al natural según gustos.
Una cosa buena que tiene es que si van a comprar un día pueden llevarse muchos y congelarlos para consumir más adelante. No hay problema porque los pueden sacar por la mañana y a la hora de comer ya están perfectos. 
Que les aproveche. Ya son casi unos newyorkers de pro.


* En Be my Bagel también ofrecen bagels para comer allí mismo. De todo tipo, sorprendiéndome muchísimo que ofrezcan bagel de pastrami. Me dijeron que no siempre tienen porque es un producto difícil de encontrar, pero prometo que un día iré a probarlo.


**Jamás podré agradecer como es debido a BCNYC que me descubriera uno de los grandes placeres gastronómicos del mundo. Kisses!!

20 comentarios:

Arantxa dijo...

Te puedes creer que nunca he probado un Bagel? Castígame por dios!!!

... lo probaré,no te preocupes ;-)

David B. dijo...

jajaja con tu talento panarra deberías probar a hacerlos!!! Aunque me consta que es difícil...(Verdad Flavorcook??).
Venga, te doy un margen de tiempo para que los pruebes!! ;)

Víctor Ibáñez dijo...

Pues yo tampoco he probado nunca un bagel...

Como he podido vivir hasta ahora sin probar ni bagels ni cannolis!!!!! ;-)

David B. dijo...

Ego sum lux mundi!!! jajaja ;)

Neus. La meva Barcelona. dijo...

El primero que comí fue en Praga...en el barrio judio. Había de mil maneras y curiosamente probamos el de salmón, nos encantó. Al de la calle Canuda fuí una vez y como dices, desapareció pero no eran los mismos que probamos allá.
Anda qeu no lleva semillas de amapola! je, je.
Hace un siglo que no me como uno pero este que nos has preparado me parece bárbaro.
Bon profit!

David B. dijo...

Neus, muy buen gusto!! Doy por hecho que los originales judíos, o en NY son diferentes a los que se hacen aquí, pero siguen estando tan buenos...
Todos a probar!! ;) y gracias!!

Bijou dijo...

Craso error comete. Yo los Bagels (en mayúscula como merecen) los preparo en casa. No problemo.
Peeeero si su intención es la de que no vuelva a su casa a disfrutarlos (porque bien sabemos que no se comen; se disfrutan)
está cayendo en un error de proporciones bíblicas y será el Golem el que le perseguirá a usted. O mejor, siéntese con él y disfruten unos Bagels, que si dios los puso en el mundo por algo será.

David B. dijo...

Venga Bijou, prepare un bagel en alguno de esos atentados gastronómicos suyos e invíteme... ;)

Agustin Fraile dijo...

Otro para la lista David, yo tampoco, pero despues de esta lección "magistral" creo que me lanzare a la aventura. Tiene que estar de llorar.
saludos

David B. dijo...

Lloremos!! ;)

Maria dijo...

Acabo de descubrir tu blog y me lo Estoy pasando de lujo! Saltando de entrada en entrada y tomando apuntes ;) Ya te tengo en mis favoritos! Petonets!

David B. dijo...

Muchas gracias Maria!!!! Disfruta!!! Feliz que te guste el blog!!

Unknown dijo...

Para nosotros es un placer poder suministrarle Pastrami a un clásico de la ciudad como es B my Bagel. Un saludo a todos.

Unknown dijo...

que pensaba que ya había comentado y en vez parece que no .... creo que hice un RT en algún momento... porque volviendo a leer de nuevo esta entrada, recuerdo casi cada palabra y se me hace la boca agua como la otra vez ... creo que en B My Bagel me verán muy pronto. Hoy voy a comprar salmón, pepinillos y Philadelphia ya tenemos.
Es con diferencia mi Bagel favorito, aunque el de Pastrami también me encanta y la versión "alla pugliese" (con tomates secos) tiene lo suyo.
ñam ñam y como siempre enhorabuena!

David B. dijo...

Bravo a vosotros!!!! Ya explicarás la experiencia, Romana!!! :)

Marosa dijo...

...bagels quina meravella, jo en sóc una fan, però des que varen tancar la botiga del carrer Canuda no n'he tornat a menjar de bons hauré de pujar a Gràcia! Jo els faig tal com tu dius però al "picadillu" i poso menys oli i una salseta d'anet que compro a Ikea! El meu fill viu a Nova York i quan hi vaig em poso les botes!

David B. dijo...

Molt bé Marosa!! Què bé que t'agradin també els bagels i que els facis a casa! Puja a Gràcia, puja que val la pena!! I menja'n molts a NYC, com ha de ser!! :)

In the mood for food dijo...

Oh David, acabo de cenar thai, pero me comería ahora mismo un delicioso bagel! También son mi perdición. Durante la primera mitad de mi vida, desayunaba english muffins cuando viajaba a ver a mi família en NY, y la segunda mitad de mi vida, me pasé al bagel. En Bcn como pocos, los compro versión mini en el Taste of America, cuando tengo un antojo, pero me gusta reservarme para cuando viajo a USA y comerme los de verdad, if you know what I mean... Me chiflan los del VIAND CAFE, un pequeño deli de barrio regentado por unos griegos al que suelo ir a desayunar como una verdadera queen. Se ha convertido ya en una tradición :-) Lisi

In the mood for food dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
David B. dijo...

Lisi, ves al B my Bagel de la Pl del Sol...Nosotros la verdad es que no viajamos lo que querríamos a NY. Yo he estado una vez sólo, y recuerdo comerme unos cuantos bagels por delis repartidos por la city...Qué placer. Si este año toca pasarnos otra vez por NY, me apunto lo de Viand, que seguro que es garantía!!!

Nunca es tarde para un bagel... :)