TOC AL MAR, Platja d'Aiguablava, Begur, Costa Brava, Baix Empordà, Girona, Catalunya.
Típico post de bienvenida del verano desde una bonita playa mientras te tomas una gran paella con la familia.
La playa de Aiguablava es una de esas playas con caché en la Costa Brava. No sé si mejor, más bonita o simplemente más famosa, pero es una playa que se tiene que visitar sí o sí si son fans de la arena caliente y las aglomeraciones. Vayan pronto por la mañana si no quieren poner la toalla en el cemento, ya les avisamos.
El año pasado ya nos dejamos caer y como resultado dejamos este bonito post sobre el Restaurant Garreta en el que disfrutamos de un buen arroz con bogavante a un precio contenido para lo que suelen ser los mismos...Este año veníamos con la idea fija de visitar el superchiringuito, como lo denomina Pau Arenós, y probar alguno de sus arroces. A tal efecto, nada más llegar a la playa a las 10'30h, pasamos por el local a reservar una mesa a una hora prudencial. Y lo conseguimos. Decir que estamos en junio pero el local se llenó sin discusión y las reservas eran ingentes a esa temprana hora ya.
Toc al mar nos gustó muchísimo. De aquellos locales en el que hay mucho personal trabajando, profesional, buena atención, atentos con los niños, rápidos y eficientes. Ideal. Una carta no muy extensa pero con lo básico, y con sugerencias fuera de carta que pueden encontrar hasta en las puertas. Dice el maestro Arenós que la paella cuadrada es digna de ser pedida y engullida con gusto. La próxima vez, cuando ahorremos algo más.
Como lugar marinero que es, no podía faltar la ración marisquera y el arroz de lo mismo. Se les habían acabado las gambas de Palamós (igual fue nuestra culpa el día de antes en otro chiringuito) y optamos por una espectacular ración de Navajas a la brasa. Sí, a la brasa, y sí, tremendas. Un sabor muy especial y el hecho de que las conchas casi se desintegraran al tocarlas las hicieron muy diferentes a las degustadas en otros sitios con anterioridad. Un espectáculo. No van a poder apreciar el producto en su esplendor porque el chiringuito tiene un techo amarillo que filtra la luz y hace que los colores queden distorsionados, pero se harán a la idea.Toc al mar nos gustó muchísimo. De aquellos locales en el que hay mucho personal trabajando, profesional, buena atención, atentos con los niños, rápidos y eficientes. Ideal. Una carta no muy extensa pero con lo básico, y con sugerencias fuera de carta que pueden encontrar hasta en las puertas. Dice el maestro Arenós que la paella cuadrada es digna de ser pedida y engullida con gusto. La próxima vez, cuando ahorremos algo más.
Tras esta espectacular degustación brasera, la Paella Toc al Mar. Ofrecen además de la paella cuadrada un arroz negro y el caldoso de bogavante, pero ya digo que no habíamos ahorrado suficiente para este ágape. Así, la Paella era una generosísima ración para dos a 17€ por cabeza, que nos dejó más que satisfechos. Un arroz de los que no se olvidan. Calidad y cantidad. Un gozo, un disfrute, un placer y ganas de volver.
Un sofrito ideal, un sabor potente, un arroz en su punto. Una experiencia paellera digna de ser recordada, aún le duela a alguien el uso del término "paella". Ya saben de la existencia talibanera en todos los campos, y la paella no escapa a ello. Mi madre le llamaba paella a todo arroz que hacía y no se lo voy a echar en cara ahora. Paella es paella. Y tu paella está donde está tu casa.
Siento el color de las fotos, ya digo, pero no puedo no ponerles éstas para que vean el esplendor arrocil. Comiendo en la misma paella incluso, abalanzándose sobre ella con ardor y pasión.
Una experiencia chiringuitera playera que nos salió a unos 25€ por cabeza con el superentrante, la superpaella de la casa, el plato de butifarra del niño (en el que podía haber habido alguna patata al caliu más) y las bebidas correspondientes a un día de semiverano.
De esas visitas que valen la pena, yendo con moderación y vigilando para que no suba demasiado la cuenta. Pero con la tranquilidad de que si lo hacemos vamos a disfrutar de verdad. Porque no lo nieguen, más de una y más de dos veces e incluso de bien jóvenes nos hemos visto en locales de fritanga celebrando reuniones de grupo que nos han salido a más de 20€ por cabeza para comer nada y beber garrafón.
¿Y se van a poner tiquismiquis ante este arroz a pie de playa? Venga ya...
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