Je t'attends.

Cafetería-pastelería Je t'attends, Aribau 177, Barcelona, zona Diagonal.

Tiempo hacía que iba detrás de un buen desayuno en esta cafetería de bonito nombre y mejor sonoridad para aquellos que puedan y sepan pronunciar de forma correcta el lírico francés.
Diversas personas de diversos ámbitos e intereses me habían recomendado la visita de forma ferviente, y como no podía ser de otra manera, encontré un hueco una soleada mañana para dirigirme allí con paso decidido y mucha hambre. Cosa que lamentaría después.

Como ven, el espacio es total. Es de un gusto sencillo que llama la atención por eso. Para empezar, el hecho de tener que bajar una escalera (no accesible entonces) es un detalle que ya le da una cierta personalidad. Luego, todo es madera y puedes encontrar unas grandes mesas y sobre todo, sillones.
Se acabó hace ya tiempo aquella palurdez de tener que buscar un Starbucks para sentarte en uno fuera de casa mientras leías un libro o tomabas un café.

Como he mencionado en la entrada, la cafetería tiene un gran servicio de pasteles caseros. Una gran nevera repleta con diversas clases les da la bienvenida antes de bajar las escaleras. Luego, en el mostrador tienen más incluso. Variedad no falta. Y calidad tampoco. Espectaculares. Y tienen otra muchísima cosas como ven en la foto: bollería tradicional, bocadillos, tostadas...

Me decidí por probar dos porciones de pastel diferentes. De ahí que pagara el hambre que traía de casa...La calidad es tremenda, la experiencia es total, el café increíble...pero los precios...los precios. Mucho se habla de la burbuja del cupcake. Del dineral que cuestan esas magdalenas tuneadas o venidas a más, pero hay que empezar a hablar también, ya, de la burbuja del pastel casero. Esto no es Crustó y su fama de careros y aquí los precios son superiores o como mínimo al nivel en cuanto a pasteles. Y no creo que eso sea bueno. No quiero entrar en cuánto hay que pagar por cada porción ni cuánto cuesta realizar cada pastel, mano de obra, etc. pero que al final cada porción cueste 4€, yo lo veo algo excesivo. Igual los que se dedican al gremio pueden decir algo y cambiar mi opinión, espero sus comentarios.

Increíble experiencia con el lemon pie, no tanto con el pastel de coco en exceso azucarado, pero 10€ el desayuno es como para pensar en lo que decía un par de líneas arriba.

Muy recomendable la visita, sin duda, pero vigilen con el pastel que les cantará cual sirena. Y caerán. Y pensarán que a la próxima, no. Y volverán.

Es uno de esos lugares para quedar bien cuando llevas a alguien a merendar o desayunar. Comme des dieux.