Porque el final es el final. No hay vuelta atrás ni retorno posible. No nos gusta que sea así, pero la vida es imperfecta e incluso injusta. Y debe continuar siendolo, para que los que nos siguen puedan sentir la misma desolación.
Como todos los finales, a unos deja contentos y a otros no tanto. A mi, simplemente, me pareció la mejor manera de dar el siguiente paso a una nueva etapa, a una nueva fase. La luz. La luz del mundo. Se funde a negro y la vida continúa.
Imposible olvidar, pero de nada sirve recordar todo lo pasado e intentar dar mil respuestas a mil preguntas que creemos quedaron abiertas. Ahora ya no.
Una serie peculiar, una realidad virtual, un final abierto. ¿Para qué? Para que continuemos perdidos en nuestro camino.
Y a mi me gusta la sensación.
3 comentarios:
Preciosa manera de ver un final. Seguro que es el princio de muchas cosas ... y buenas.
Datiu
Collons, que filosòfic!!!
Pero muy bien dicho, si señor!!!
Amén...
Thanks Brothers ;)
No se puede reflexionar sobre ese final desde otra perspectiva que no sea la filosófica/espiritual.
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