Ya conocen la práctica de un servidor que consiste en ver películas años después de ser estrenada. Esta vez, como saben por el titulo del post, se trata de Inglorious Basterds de Quentin Tarantino.
Decepción. No del todo, pero sí en una proporción poco esperada. Una película que tiene una base como para convertirse en una obra maestra que se queda en poco, para mi gusto. Buenas ideas, pero una plasmación lejos de lo que debería ser una película definitiva.
Sobre todo me sobraron varias escenas demasiado alargadas artificialmente (la del bar subterráneo o alguna conversación de Landa, por ejemplo), así que en algún momento la película se puso algo pesada, aunque el argumento y la resolución de esas escenas lo arreglan finalmente. Pero no debería ser así.
La historia contrafactual, o de ciencia ficción es una apuesta interesante, y en este caso, Tarantino nos brinda una de esas historias del "y si...". Tremendo final, aunque para llegar a él hemos tenido que soportar algun peaje poco conocido en pelis del amigo Quentin. Pocos detalles tarantinescos, aunque la ultraviolencia siempre está presente. Y cómo nos gusta.
Pueden estar de acuerdo, o no.
Me gustó, pero menos de lo esperado.
2 comentarios:
Yo tb la vi hace un par de semanas...me gustó (no para tirar cohetes), pero habia momentos largos...
Un abrazo,
Coincidimos...
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