4.4.14

CALDENI. Arderemos en las calderas del Infierno. Y habrá valido la pena.

CALDENI, C/València esquina Marina pared con pared con esa barra hacia el cielo llamada Bardeni.

La entrada de hoy es especial. Como pueden ver es un restaurante más caro de lo que suele aparecer por aquí porque celebrábamos una de esas ocasiones especiales con gente que vale mucho la pena y no era plan de irse a comer un bocadillo. Esta vez no porque ya deberían saber que hay tiempo para todo y ocasiones indicadas para cada cosa.
Era una noche especial y escogimos un local especial. No arriesgábamos mucho porque conocíamos previamente y de sobras la magna obra que nos esperaba dentro de ese local y teníamos plena confianza en ese joven chef amante de las emociones fuertes y de llamar a las cosas por su nombre. Dani Lechuga es un tipo de los que deberían marcar época. Es un tipo que vive fuera del circo y como un francotirador aparece para despertarte a base de hostias y genialidad sin que te lo esperes. Directo a tu estómago y a tu conciencia (síganle en Twitter, por ejemplo). Más sacrificio y menos pose. Desde una localización peligrosa por la cercanía a Guiriland, te espera, te sorprende y te gana para siempre. Lo que hace es una maravilla y así hay que decirlo. 

No nos estuvimos de nada y en el repaso no están todos los que fueron pero esta selección es más que suficiente para decirles claramente que vayan y no se arrepentirán. Y encontrarán uno de esos restaurantes para momentos en los que quieran quedar bien. Si consiguen que les inviten entonces ya sin dudarlo. 

Antes de nada avisar que para beber esta vez fuimos infieles a la cerveza artesana (que sí que ofrece en Bardeni) porque ya he dicho que íbamos a hacer daño. Y por eso cayeron unas botellas de Billecart-Salmon. Pero fue sin querer, lo juramos. Para acompañar tan magna bebida, unos cuantos platos que nos llevaron al éxtasis y a un conato de bacanal romana que fue abortada por los servicios de seguridad del restaurante.

Aquí el entrante cortesía de la casa, un slice de pizza crujiente tremendo. Lo que sería una porción de pizza revisionada y versionada en una oblea de pan cristal y crujiente espectacular. Tomate, orégano, masa.Empezamos bien y la cosa fue in crescendo.
El Steak tartar de Angus del Caldeni o Bardeni es uno de los mejores de esta ciudad para quién les escribe. He probado muchos, menos que otros entendidos, pero sé que esto es difícil de igualar. Cuando veo calidad la reconozco aunque igual no. O sí. Da igual, el caso es que este tartar es la hostia de espectacular. Y al punto picante que quieras. Casi todos lo pedimos porque nobleza obliga y esta gente entiende de carnes porque les viene de familia. Créanme.
 El Canelón de rabo de toro con queso Comté lo compartimos como buenos amigos. En Bardeni me había parecido un bocado especial por la calidad de la carne y ese jugo pero es que aún me pareció mejor. Una maravilla carnívora sin paliativos. Necesario. Imaginen qué sería un Sant Esteve comiendo canelones así. O bocatas de rabo de toro. Por favor, que lleguen ya.
 Los ma-ra-vi-llo-sos Guisantes del Maresme con kokotxas de bacalao y molleja moruna. ESCANDALAZO. Ante platos como éste es cuando me dan ganas de hostiar a todo el mundo que hizo que comiera guisantes putrefactos toda mi vida, hasta el punto de odiarlos. Los guisantes buenos, los de verdad, son una puta maravilla obligatoria. Muerte a los cabrones que nos engañaron con sucedáneos verdes en los ochenta y noventa. Y los que siguen jodiendo la vida de muchos niños en comedores escolares. Así sí. Que sí!
 El espléndido Tataki-carpaccio de Wagyu. Impresionante una y otra vez. Con un toque cevichesco al incorporar cancha y un toque espumoso cítrico, una combinación ganadora que destila saber hacer y téccnica depurada. Esto es genialidad de calidad.
 Con ustedes el Onglet a lascas. Tierno, en su punto de cocción, jugoso, sabroso. Aquí se viene a comer carne porque son profesionales y te lo demuestran en cada plato.
Pero no solo tienen carne. Hay bacalao, del que no hay foto (lo juro), y tienen este maravilloso Atún marinado con soja y sésamo. Otro recital de calidad, clase y orgasmo todo en uno. Sólo hay que verlo, no nieguen el efecto que les está provocando. Una imagen es suficiente.
 Para los postres ya íbamos justeando tras el recital de carnes y de excelencia. Y por las botellas de champagne tal vez. Así que me conformé con un humilde Tiramisú de escándalo reinterpretado respetando su esencia. Una explosión cremosa para cerrar junto a un Gewurztraminer una noche loca, mágica, carnívora y dionisiaca.
 Poco más se puede añadir además de unos insultos si aún no conocen el combo Caldeni-Bardeni. 
Chef honesto, trabajador, guerrillero, local humilde que se esfuerza hasta el límite, gente que lo da todo y sale triunfadora. Entusiasmado con la experiencia.
Unos 70€ por cabeza.

Pero lo que pasa en Caldeni se queda en Caldeni (casi).


3 comentarios:

Anónimo dijo...

Tremendo el Caldeni!. Celebrastéis por todo lo alto. Bien hecho. Antes tenía fama por algún arroz, aunque veo que para cenar no lo tomásteis, sabes si sigue igual?

David B. dijo...

Hola amigos, pues tienen un arroz en la carta pero la verdad es que no lo probamos ni conocía la fama anterior...igual es que hay que volv er... ;)

Jordi Castaño dijo...

M'ha semblat espectacular el teu resum del sopar. Impressionant l'aspecte del tàrtar i del caneló. Com amant de la bona carn, és un dels restaurants als que tinc moltes ganes d'anar.

El preu, és amb begudes incloses? Si és així, més o menys per fer-me una idea del preu de la carta, pots dir-me a quant va pujar el compte de només el menjar?
 
I per cert ... Felicitats! Imagino que és el que toca dir quan algú està de celebració, no?

Salutacions!