- Gegen die Wand, de Fatih Akin.
Me encanta el cine de este alemán oriental. Oriental por lo de turco, por supuesto. Bendito mestizaje en la postmodernidad europea. Esa mirada a la tradición vista desde los ojos de un alemán que ama Turquía pero que la critica como merece. Tradiciones, costumbres ancestrales y familias intolerantes que no se adaptan al cambio de los tiempos.
Una chica joven que quiere huir y vivir libre, como otra alemana más, sin la tutela hiperprotectora y castradora de una familia que no la entiende ni entiende del todo la sociedad en la que vive. Una sociedad turco-alemana que vive en la doble moral absoluta, que no duda en ir de putas pero a la que no se le puede preguntar el por qué los hombres no follan con sus mujeres. Honor. Maldito honor que mata a chicas en la vida real.
La historia de amor enloquecido entre esa joven y un loco maduro, viudo y alcohólico con sentimientos nihilistas que no puede acabar bien nunca. ¿O sí? Huída a Turquía, vuelta a casa. ¿O Estambul ya no es la tierra prometida, el hogar? Una Estambul que te atrapa con sus sonidos y sus gentes. Pero con un lado oscuro. Como todos nosotros. Como los protagonistas de la película.
- Slumdog millionaire, de Danny Boyle.
Vaya peliculón brutal que se marca el amigo Boyle. Obligatoria enseñarla a los jóvenes de este país para que vean cómo vive un porcentaje demasiado alto de niños y jóvenes en este mundo que demasiadas veces no se parece en nada a lo que creemos que es. Tremendo drama bajo una especie de película simpática o blanca...Una realidad que golpea. Como ver esas letrinas comunitarias que hacen en algún caso de piscina, o esos barrios chabolistas atravesados por trenes que no se paran nunca...Orfanatos ilegales que se utilizan para provecho de unos muchos desalmados. Tristeza de infancias que no existen y de adolescencias delincuentes. De niñas que acaban prostituyéndose y de niños que quieren ser pistoleros. Pero siempre hay esperanza, ¿no? Destino, recompensa para el bueno. Cuesta, pero llega. Jamal, Salim y Latika. Drama, felicidad, muerte, vida y mucho Bombay. Sobredosis.
Y todo alrededor de aquello que llamábamos 50x15, como guión que dirige la película. Freaks. (La última pregunta, para ganarlo todo, es de risa...)
Ah, Freida Pinto es LA mujer. Ya lo dije una vez y lo repito.