Les hablo hoy del último libro del autor barcelonés Eduardo Mendoza, " El asombroso viaje de Pomponio Flato". Realmente asombroso, ya que aquel "detective" de aquel célebre relato de uno de sus libros clásicos "El misterio de la cripta embrujada", se ha reencarnado en un filósofo-naturalista romano (regresión en una transmigración?) y ha viajado de la Barcelona de los 80 a la Galilea del año 0 para resolver otro caso enigmático. Como ven, la estructura de los libros es la misma. Y la trama casi que también.
Resumamos. Personaje perdedor de perdedores, de los que pasan hambre y muchas penurias pero muy inteligente, astuto, vivo y de esas cosas que se aprenden en la universidad de la calle, va a parar a una situación rocambolesca y en la que nada tiene que ver en principio, donde tendrá que resolver un caso policial poco claro y que necesita de un agente externo para entender el cómo, el porqué y el quién. Del cómo de bien parado o no pueda salir de esta situación, es algo a descubir por ustedes, amables lectores, si leen la novela...
Dicho esto, dicho casi todo, puesto que lo que ya me imagino saben/recuerdan del anterior libro citado, les valdría para el presente, así que no me extiendo más. Que quede claro, a mi me gustó leer esta nueva versión. Y les explicaré porqué. Básicamente por la admiración al autor, responsable de algunos de los relatos más recordados de mi juventud, como el clásico ya mencionado y el referente al extraterrestre más desastroso que ha pisado la Tierra nunca, Gurb. Por eso, el autor ya me tiene ganado desde un buen principio, y claro, si lo que se ofrece es algo muy similar a lo realizado años ha, para lo mucho bueno y para lo poco malo, pues mejor. Es decir, la revisión del clásico iguala el original mendozista, pero lo hace más atractivo por el locus donde sitúa la acción. Saben que me gusta la historia sagrada, y puestos a escoger un lugar en la historia donde situar la acción y realizar lo que se viene llamando ficción histórica, la Nazaret de inicios de nuestra era, es la mejor opción. Y aprovecha el tiempo y el lugar para desarrollar unas situaciones ingeniosas y realizar unos comentarios delirantes que les harán reír a buen seguro. No les contaré el papel de esa família disfuncional que todos tienen en mente por la situación del relato, pero sólo les diré que la coña está asegurada...El otro gran aspecto a favor del libro es lo poco que demanda por parte del lector. En el buen sentido. No sólo me refiero al hecho de que la trama no les va a suponer ningún quebradero de cabeza (yo al menos no soy de los que va pensando en la resolución buscando pistas, ya que espero que llegue y punto) sinó que el libro no les va a llevar excesivo tiempo en leerlo. Sin rodeos, que se lee en un par de días. Y es una lectura nada complicada, deliciosa me atrevería a decir, con lo que es ideal para degustar en unas tardes de relax o en unos viajes de tren de ésos que tanto les gustan.
Por tanto, una buena opción para amantes de la literatura clásica cómica de Mendoza, pero poco recomendada si lo que buscan es algo nuevo o sorprendente. No van a encontrar a Salinger y todos sus recovecos en Mendoza, pero si un pasatiempo de primera clase. Larga vida.