IKIBANA BORN, Passeig Picasso 32, frente puerta lateral de Parc de la Ciutadella, Borncelona.
Típico restaurante pendiente desde los albores de la humanidad y el blog al que por fin hace unas semanas pude ponerle cara. Vaya por delante que cuando hablamos de fusiones siempre me viene a la cabeza Bola de Drac y soy bastante reticente (a los fallos en los intentos entre Trunks y Gotan me remito) y cuando algo se anuncia como fusión brasileño-japonesa un escalofrío recorre mi estómago. Si además el restaurante tiene pinta de local de copas con neones lilas y se llama "Lounge", saltan las alarmas... No es que tenga una posición contraria por defecto, es que los defectos muchas veces te hacen estar en contra. Y hay que ser prudentes. En el caso que nos ocupa diré que: a). No acabé de ver del todo la presencia brasileña en esos variados maki. b). La discoteca no lo fue tanto y aunque se agradecería bajar el volumen de la música, se nos escuchaba algo... y c). Me convenció la experiencia porque comí más que bien y a eso vamos. Además tienen una pantalla proyectada en una pared que retransmite en vivo (sí?) la acción de la cocina y es de lo más curioso.
La carta es larga como un paseo por el Amazonas y es complicado elegir entre toda la oferta. Así que fuimos a lo seguro: makis a toneladas y algún complemento que fue lo que resultó más flojo a posteriori (tempura de verduras). Ha pasado tanto tiempo que ya no recuerdo bien qué llevaban esos bocados celestiales, pero bueno, miran la foto, le echan unos 10-14€ por bandeja y deciden. Si evitan regar la cena con champagne del caro les aseguro que la cuenta no se va demasiado... Y habrán comido más que bien, pero bebido mucho peor, claro.
Aquí el festival de 5 ó 6 bandejas bien repletas. Tocamos a unas 10 piezas por cabeza que por el tamaño de las mismas fueron más que suficientes. No sobró nada, por supuesto. Ni nos quedamos cortos, que es el miedo de cualquier zampabollos profesional. Ternera Picanha, Magret de Pato y otras delicias del montón.
Plano general del festín...Los de pato, maravillosos sin duda. Bocados con todo lo que hay que tener.
Esta bandeja era maki en tempura con atún y aunque a priori parecía iba a ser lo mejor al final quedó un poco por debajo de la expectativa por falta de potencia en el sabor.
De postre una versión tiramisusera más que aceptable e incluso buenísima. Lo de detrás era un algo con algo que no recuerdo,
En resumidas cuentas, una cena más que recomendable tras alejar los prejuicios del lounge, la gente guapa en la terraza (envidia pura) y la sala a oscuras con pinta de pub musical. Sí, lo sé, no les gusta eso. Pues pidan los makis en la terraza y aunque sean algo más feos coman y disfruten de esa picanha o ese pato... Les saldrá con moderación por 25-30€, y eso una vez al semestre se puede permitir. O al año.