GRASSHOPER, Plaça de la Llana por debajo de Mercat de Santa Caterina en zona de Pretiola.
Vamos de novedades de las buenas. Este local acaba de abrir y tal vez pierda su virginidad virtual mediática ahora mismo. O no, pero paso de buscar en google si alguien se ha adelantado cuando lleva abierto un día. No puede ser, punto, me niego. Nunca se sabe pero tiene que ser primicia porque teníamos chivatazo, por favor! Así están las cosas, si te duermes no haces más que repetir posts que ya se han visto en otros sitios antes y eso jode porque aquí estamos para sorprender y ganar la fama, sudando si es menester, para que nuestro ego se hinche y la gente te reconozca por la calle después y quiera tener hijos contigo aunque sean adoptados.
Nos hemos desviado un poco. Grasshoper es el nuevo local de la familia MOSQUITO y RED ANT. Eso quiere decir cocina oriental medio fusionada y en este caso específica sobre el ramen y otros estilos de fideos junto a un par de platos sin ellos. Una cocina limitada por el tamaño del local y una barra desde la puerta hasta el fondo del mismo en el que acomodar a unas 15-20 personas como mucho a la vez. Claro que se pueden sentar ustedes encima de otras personas pero igual es un lío y tal. Pero oye igual crean tendencia y algunos fetichistas lo convierten en una nueva actividad sexual o algo. Nos hemos vuelto a desviar.
Aquí la carta que comentábamos:
No hay nada más; el resto de la carta es una maravillosa elección de cervezas lámbicas y otras de diferentes estilos de la marca Beercat que parece ser el sponsor exclusivo del local (o socios o algo, seguro). Una apuesta arriesgada si no eres cervecero porque aunque hay vino y esas cosas raras e incluso refrescos orgánicos, veganos y tal, lo que predomina como ya marca el logo del local es la cerveza artesana. Lo sentimos por los talibanes de Estrella Damm y las cañas del Averno.
Abajo, una maravillosa cerveza artesana luciendo como en su puñetera vida podrá hacerlo una industrial.
Sobre la comida, garantía. Mosquito y Red Ant son dos clasicazos de la ciudad y nadie puede no haber probado sus especialidades. En local o en calle. Como muestra este local, la gente de Mosquito tiene un compromiso más que fuerte con el movimiento revolucionario cervecero y siempre están presentes en todas las ferias que se hacen con sus ya hiperconocidos Buns de panceta, pato o cuello de cerdo. Si no los has probado es que te gusta el vino biodinámico o vives en Galicia. Hasta la gente de Sant Pere de Ribes puede llegar a conocerlos, en serio.
Con esa garantía total, GRASSHOPER es una bomba. Un exitazo en potencia sin dudarlo un segundo. Una cena maravillosa a un precio más que competitivo y un local que entra en pugna con los grandes de la escena ramenera como son Ramen Ya Hiro o Koku Kitchen en la parte cuqui mainstream o Shimanto como sleeper robaescenas desde Les Corts. No sé si estamos en la ebullición ya del hype, diría que no, pero igual ahora que las cosas están más tranquilas e imagino que las colas en Hiro van de bajada, esta nueva opción viene a recordarnos que no de modas se alimenta el humano gorderas y que aunque ya no tal, el ramen no nos va a dejar tan fácilmente. En dos generaciones se convertirán en nuestros espaguetis con tomate Solís.
Empezamos con unas gyozas de cerdo maravillosas y que no fueron fotografiadas porque estaban demasiado buenas. Tres. Grandes, contundentes, sabrosas, pasadas por sartén y no hervidas al vapor que eso es de cobardes y un inicio prometedor esperando el ramaná. (Broma)
Y llega. Disculpando la calidad de las fotos porque en el local la luz es tenue o por debajo de tenue. Ideal meterse un palillo en el ojo pero como ahora es moda no ver un carajo o pensar que estás cenando en una sauna del Gayeixample (me cuentan) pues es lo que hay y te aguantas. Por suerte la música bien y al volumen que tocaba.
El ramen de Miso, una bomba maravillosa de sabor descomunal con una carne de cerdo épica. El caldo es el secreto de todo y la potencia del mismo, poco usual de ver al estar equilibrado y no estar directamente salado como suele pasar en demasiados sitios donde confunden velocidad, tocino y bacon inglés. El fideo, en su justo punto de cocción, con cuerpo y sabor, y el huevo, qué decir del huevo... Maravilloso de igual manera y nada cocido para dejar que la yema melosa acabe de influir en ese caldo de los Dioses fideísticos. Una ración descomunal por 8€. Platazo de antología con disfrute y churrupadas varias. Bueno, lo que viene siendo lo normal en esos casos bajo esa premisa.
Cocina minúscula, un cocinero, un par de camareros que atienden la barra (estos días para ponerlo todo en marcha el mismo propietario está poniendo en orden el local), una decoración minimalista escandinava lejos del rococó industrial de otros locales con una barra de madera y unas paredes blancas para un restaurante con muy buena pinta y que en invierno va a ser local de encuentro de frioleros en busca del caldo de la abuela japonesa.
Plano del local con porrón al frente. Díganme otro local que no sea el Celler Cal Marino donde beberse una lámbica así, como debe ser.
Va, mariden y vean, que estamos mu locos.
Blog sobre experiencias gastronómicas. No conozco todos los locales de Barcelona ni sé dónde hay que ir si buscas una cena de grupo. lahoradelbagel@gmail.com
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7.8.15
GRASSHOPER. Insectos siguiendo el hype del ramen.
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CIUTAT VELLA I GÒTICA
30.9.14
BLITZ. Hey ho, let's go eat some of the best sandwiches in the city.
BLITZ, Pl.Urquinaona, Barcelona Sandwichtown junto a Chinatown.
Alguien podrá decir que hacer bocadillos no tiene mucha dificultad y que no puede ser tan difícil triunfar ofreciéndolos, pero como semiexperto bocadillero en busca de piezas BBB no puedo estar de acuerdo. Hay mucho bocata mediocre a precio de oro y mucha mística con locales de bocatas muy slow y orgánicos que te cobran demasiado por trozos de pan con cosas que poco tienen que ver con la foto promocional. Aquí no. Pagas (menos que en los locales místicos) y te llevas un bocadillo de verdad; pan de molde de categoría alejado de cutreces industriales que se deshacen en las manos. No. Firmeza. Y finezza.
Además como ven aquí encima pueden saborear algunas cervezas clásicas como la mítica Punk IPA de Brewdog que les puede servir como introducción a la cerveza artesana. Pero sólo si quieren. Comentar que en Blitz también pueden encontrar vermut de Casa Mariol. Que no falte de nada y que puedan ir a tomar el sol a esa esquina el sábado o domingo mientras practican el noble arte del vermut con patatas. (Aunque la terraza tenga que ser como manda la normativa del Ajuntament, de color aluminio como si de un camping de la Costa Dorada se tratase)
Blitz fue abierto prácticamente de un día para otro al pillar al vuelo el traspaso del anterior bar sito allí, con lo que los inicios fueron difíciles y prácticamente clandestinos. Ahora ya no. Yo llegué de los últimos de Barcelona y éste ya debe ser el penúltimo post sobre ellos así que no creo que les sorprenda nada lo que van a ver aquí. Básicamente porno duro entre rebanadas de pan de molde.
Sandwich de ROAST BEEF en mayúsculas. Amo y muero por este tipo de cheddar que intenta escapar de su destino. Debajo, el ínclito PASTRAMI para que los que lo siguen buscando lo puedan encontrar sin problema. Aquí lo tienen y del bueno! Maravilloso. Qué suntuosidad tan insultante. Sí, es un sandwich pero puede ser digno de calificativos y memeces como las de la vanguardia que no es negocio.
Como curiosidad que aplaudimos, todos los sandwiches pueden ser pedidos con SEITAN para convertirlos en vegetarianos, que no veganos. Muy bien. Así algunos no se perderán la fiesta que se les niega en otros sitios. Dignidad vegetariana.
Cada sandwich son dos piezas triangulares como las de toda la vida pero sin Nocilla (o Nutella que ahora hace más de postmoderno por alguna razón). Dan para quedar más que satisfechos con el bocado. Es realmente contundente y eso nos encanta. Somos unos burrazos que vamos a los sitios a disfrutar comiendo lo que sea. Sin discriminación. Nos da lo mismo un caviar ruso de contrabando que un bocata. Aunque por alguna razón tendemos a repetir más veces lo de los bocatas que lo del caviar. En todo caso si este sandwich espectacular y la bebida te sale por menos de 10€ y quedas satisfecho qué más se puede pedir... Pues tal vez otro, para llevar a casa y cenar lo mismo.
Nos encanta Oval y nos encanta Blitz. Nos gusta la gente que trabaja de forma honesta y duramente para conseguir que estas orgías gastronómicas acaben en satisfacción total y placentera.
Larga vida al sandwich de calidad y con clase que viene a pelear por el trono de mejor sandwich de la ciudad.
No sé qué hacen que no han salido ya por la puerta y siguen leyendo estas chorradas acerca de bocatas y dignidad.
Hay gente en esta ciudad que trabaja bien y con clase. Hay gente que tiene el don de saber tocar esa tecla necesaria para triunfar. Gente que propone cosas que inexplicablemente no se proponían antes de su llegada o se hacía de forma más torticera o sin gracia. Y de forma comprensible les va bien, porque se lo trabajan.
Es el caso de la sandwicheria que hoy les traigo y que pertenece al mismo grupo que la hamburguesería Oval, seguramente el local de hamburguesas más fotografiado de la ciudad; por la comida y por el local en sí. Gusto, clase. BLITZ es diferente en muchos sentidos aunque mantiene el espíritu del grupo. Local minimalista, mucha madera como elemento decorativo y grandes bocadillos. De hecho, muy grandes a todos los niveles.
Blitz pretende conquistarte a base de sandwiches XL de sabor contundente y con exceso de queso fundido como nos gusta. Sandwiches entre los 5 y 7€ de diversos tipos como tienen aquí debajo.Alguien podrá decir que hacer bocadillos no tiene mucha dificultad y que no puede ser tan difícil triunfar ofreciéndolos, pero como semiexperto bocadillero en busca de piezas BBB no puedo estar de acuerdo. Hay mucho bocata mediocre a precio de oro y mucha mística con locales de bocatas muy slow y orgánicos que te cobran demasiado por trozos de pan con cosas que poco tienen que ver con la foto promocional. Aquí no. Pagas (menos que en los locales místicos) y te llevas un bocadillo de verdad; pan de molde de categoría alejado de cutreces industriales que se deshacen en las manos. No. Firmeza. Y finezza.
Además como ven aquí encima pueden saborear algunas cervezas clásicas como la mítica Punk IPA de Brewdog que les puede servir como introducción a la cerveza artesana. Pero sólo si quieren. Comentar que en Blitz también pueden encontrar vermut de Casa Mariol. Que no falte de nada y que puedan ir a tomar el sol a esa esquina el sábado o domingo mientras practican el noble arte del vermut con patatas. (Aunque la terraza tenga que ser como manda la normativa del Ajuntament, de color aluminio como si de un camping de la Costa Dorada se tratase)
Blitz fue abierto prácticamente de un día para otro al pillar al vuelo el traspaso del anterior bar sito allí, con lo que los inicios fueron difíciles y prácticamente clandestinos. Ahora ya no. Yo llegué de los últimos de Barcelona y éste ya debe ser el penúltimo post sobre ellos así que no creo que les sorprenda nada lo que van a ver aquí. Básicamente porno duro entre rebanadas de pan de molde.
Sandwich de ROAST BEEF en mayúsculas. Amo y muero por este tipo de cheddar que intenta escapar de su destino. Debajo, el ínclito PASTRAMI para que los que lo siguen buscando lo puedan encontrar sin problema. Aquí lo tienen y del bueno! Maravilloso. Qué suntuosidad tan insultante. Sí, es un sandwich pero puede ser digno de calificativos y memeces como las de la vanguardia que no es negocio.
Como curiosidad que aplaudimos, todos los sandwiches pueden ser pedidos con SEITAN para convertirlos en vegetarianos, que no veganos. Muy bien. Así algunos no se perderán la fiesta que se les niega en otros sitios. Dignidad vegetariana.
Cada sandwich son dos piezas triangulares como las de toda la vida pero sin Nocilla (o Nutella que ahora hace más de postmoderno por alguna razón). Dan para quedar más que satisfechos con el bocado. Es realmente contundente y eso nos encanta. Somos unos burrazos que vamos a los sitios a disfrutar comiendo lo que sea. Sin discriminación. Nos da lo mismo un caviar ruso de contrabando que un bocata. Aunque por alguna razón tendemos a repetir más veces lo de los bocatas que lo del caviar. En todo caso si este sandwich espectacular y la bebida te sale por menos de 10€ y quedas satisfecho qué más se puede pedir... Pues tal vez otro, para llevar a casa y cenar lo mismo.
Nos encanta Oval y nos encanta Blitz. Nos gusta la gente que trabaja de forma honesta y duramente para conseguir que estas orgías gastronómicas acaben en satisfacción total y placentera.
Larga vida al sandwich de calidad y con clase que viene a pelear por el trono de mejor sandwich de la ciudad.
No sé qué hacen que no han salido ya por la puerta y siguen leyendo estas chorradas acerca de bocatas y dignidad.
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4.8.14
SUCULENT. Sí al sucar lent.
SUCULENT, Rambla del Raval parte sur dirección puerto y frente al gatete de Botero. Barcelona.
Hoy no vengo a descubrirles nada. De hecho debería estar en otros menesteres así que no esperen un post excesivamente largo porque de todos modos sólo miran las fotos y lo saben.
Ayer domingo nos invitaron a disfrutar de Suculent (los suegros, no piensen estábamos esperando que algún evento gastrocanapero nos llevase hasta allí) y la verdad es que disfrutamos como pocas veces hemos disfrutado en las últimas horas.
Suculent es un proyecto de Carles Abellán, chef estrella de Comerç24 y Tapas24 entre otros (el cual nos dejó algo fríos un día que nos dejamos caer) y que dirige desde bastidores al tener a un chef joven solvente y de garantías como Antonio Romero en los fogones. Llego muy tarde a Suculent pero ya lo sé. No les voy a intentar vender esa moto de "descubrimiento en el Raval!" que suele llevarse por otros lares. Si no conoces Suculent no significa que otros muchos no lo hayan descubierto antes que tú. Que yo en este caso. Miren en blogs de verdad y verán de qué año son los posts...
En fin, que Suculent es la repera limonera confitada. Máxime si ustedes no pagan, cuenten con ello. No es que tengan que hacer un menú de 60€ pero si son de buen comer y beber. y cuento con ello, se van a ir a 30 fácilmente. Aprovechen una ocasión especial. De alguien.
Pero tampoco esperen un local de superlujo. Es una antigua bodega del barrio chino, reformada y remodelada con mucho gusto, pero no es Hisop o Gresca. Mesas de madera, rústicas, o taburetes incluso. Decoración mínima y muy cañí, no gustándome el detalle del capote, pero què hi farem.
Vamos a la comida.
Empezamos con unas ESPECTACULARES croquetas de rabo de vaca vieja y trompetas de la muerte. No puedo negar que sean caras, 2'5€ unidad, pero tampoco que sean de las mejores jamás probadas en la ciudad. Al punto de cremosidad y sabrosas como pocas hayan encontrado antes. Si en otro sitio les ofrecen congeladas a 1€ no pueden evitar éstas. Por favor.
Otros optaron por la Ostra en ceviche. Pude catar simplemente la salsa y doy fe de que picante era un rato... La ostra, maravillosa. Sólo había que ver la cara de los comensales.
Mi primer plato, y el de dos comensales más, fue el MARAVILLOSO Ajoblanco con sardina ahumada y huevas de trucha. Reivindico, por favor, la sardina ahumada como comodín para todos los platos del mundo. Además como pueden ver en las fotos el emplatado es en la mesa y con su gracia. Muy bueno el ajoblanco al punto de ajo y con retrogusto (...) almendrero interesante, nada intenso. Hitazo de entrante.
Respecto a los segundos, Jurel en escabeche muy recomendable (sustituyó a la caballa que se había agotado ese día) con salsa para mojar durante un buen rato.
El ceviche de gambeta roja que provocó el delirio en buena parte de la afición:
El morro de bacalao, confitado a baja temperatura en aceite, con caracoles que también provocó satisfacción en otra parte de esa afición...y...
Sí a sucar lent - Sículent.
Hoy no vengo a descubrirles nada. De hecho debería estar en otros menesteres así que no esperen un post excesivamente largo porque de todos modos sólo miran las fotos y lo saben.
Ayer domingo nos invitaron a disfrutar de Suculent (los suegros, no piensen estábamos esperando que algún evento gastrocanapero nos llevase hasta allí) y la verdad es que disfrutamos como pocas veces hemos disfrutado en las últimas horas.
Suculent es un proyecto de Carles Abellán, chef estrella de Comerç24 y Tapas24 entre otros (el cual nos dejó algo fríos un día que nos dejamos caer) y que dirige desde bastidores al tener a un chef joven solvente y de garantías como Antonio Romero en los fogones. Llego muy tarde a Suculent pero ya lo sé. No les voy a intentar vender esa moto de "descubrimiento en el Raval!" que suele llevarse por otros lares. Si no conoces Suculent no significa que otros muchos no lo hayan descubierto antes que tú. Que yo en este caso. Miren en blogs de verdad y verán de qué año son los posts...
En fin, que Suculent es la repera limonera confitada. Máxime si ustedes no pagan, cuenten con ello. No es que tengan que hacer un menú de 60€ pero si son de buen comer y beber. y cuento con ello, se van a ir a 30 fácilmente. Aprovechen una ocasión especial. De alguien.
Pero tampoco esperen un local de superlujo. Es una antigua bodega del barrio chino, reformada y remodelada con mucho gusto, pero no es Hisop o Gresca. Mesas de madera, rústicas, o taburetes incluso. Decoración mínima y muy cañí, no gustándome el detalle del capote, pero què hi farem.
Vamos a la comida.
Empezamos con unas ESPECTACULARES croquetas de rabo de vaca vieja y trompetas de la muerte. No puedo negar que sean caras, 2'5€ unidad, pero tampoco que sean de las mejores jamás probadas en la ciudad. Al punto de cremosidad y sabrosas como pocas hayan encontrado antes. Si en otro sitio les ofrecen congeladas a 1€ no pueden evitar éstas. Por favor.
Otros optaron por la Ostra en ceviche. Pude catar simplemente la salsa y doy fe de que picante era un rato... La ostra, maravillosa. Sólo había que ver la cara de los comensales.
Mi primer plato, y el de dos comensales más, fue el MARAVILLOSO Ajoblanco con sardina ahumada y huevas de trucha. Reivindico, por favor, la sardina ahumada como comodín para todos los platos del mundo. Además como pueden ver en las fotos el emplatado es en la mesa y con su gracia. Muy bueno el ajoblanco al punto de ajo y con retrogusto (...) almendrero interesante, nada intenso. Hitazo de entrante.
Respecto a los segundos, Jurel en escabeche muy recomendable (sustituyó a la caballa que se había agotado ese día) con salsa para mojar durante un buen rato.
El ceviche de gambeta roja que provocó el delirio en buena parte de la afición:
El morro de bacalao, confitado a baja temperatura en aceite, con caracoles que también provocó satisfacción en otra parte de esa afición...y...
El maravilloso Rabo de vaca vieja con salsa de chocolate y minizanahorias...SIN PALABRAS. Obligado para todo carnívoro (y en un bocata??). Lo apuntado en la croqueta amplificado por 1000. Una carne al punto que se desmigaba (deshuesaba?) con solo mirarla y con una potencia de sabor inconmensurable. Una maravilla hecha plato en el que podías mojar hasta no dejar una gota. El único pero es precisamente el plato, el envase. Buena idea lo de la rusticidad de la olla, pero incómoda para meter el tenedor y trabajar la pieza cómodamente (y para que se vea algo en la foto). En todo caso, y como habrán imaginado no quedó un ápice de carne en ese rabo.
Resumiendo, una opción muy buena si quieren disfrutar, comer bien, quedar bien y pasar un buen rato comiendo. Aplaudimos la opción botijo para el agua y lo reivindicamos también desde aquí. Menos electricidad y botellas de plástico y más botijo. Y más rabo de vaca. Y más ostras. Y más de todo un poco y sobre todo volver. Que faltan muchos platos que probar.Sí a sucar lent - Sículent.
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CIUTAT VELLA I GÒTICA,
Que te lleven invitado
6.7.14
SPORTS BAR. Pizzería napolitana de alto nivel en local a reformar.
Les decía en el anterior post que esta semana había publicado un artículo en el maravilloso número 2 de Zouk Magazine sobre pizzas napolitanas. No era un ranking, tan solo un breve recorrido por pizzerías napolitanas que no deberían perderse en Barcelona, sin vencedores ni vencidos. En tal artículo y por un par de buenas razones prácticas, no apareció una pizzería que originalmente sí debería haber hecho acto de presencia: Sports Bar en el Barri Gòtic.
Un problema con las fotos y con una aparente reforma del local estos días hicieron imposible poder documentar la visita a este restaurante. Una lástima porque merecía estar de todas todas. Local fetiche y local para gente sin escrúpulos como nosotros. Hay que darle una oportunidad porque la merece. Verán que las fotos siguen siendo un horror porque son las tomadas por un teléfono en condiciones de luz deplorables, pero Sports Bar no se tenía que quedar fuera de estas recomendaciones.
Aquí el escrito preparado para Zouk:
PS: No se pierdan en la página del blog en FB las actualizaciones con minicrónicas y fotos de restaurantes que no aparecen en el blog o son segundas o terceras visitas.. Por ejemplo el menú mediodía de La Criolla y otra visita más a Ceviche 103.
Échame un like!!
Un problema con las fotos y con una aparente reforma del local estos días hicieron imposible poder documentar la visita a este restaurante. Una lástima porque merecía estar de todas todas. Local fetiche y local para gente sin escrúpulos como nosotros. Hay que darle una oportunidad porque la merece. Verán que las fotos siguen siendo un horror porque son las tomadas por un teléfono en condiciones de luz deplorables, pero Sports Bar no se tenía que quedar fuera de estas recomendaciones.
Aquí el escrito preparado para Zouk:
SPORTS BAR (C/Ample 51)
La grata
sorpresa.
Jamás
entrarías a Sports Bar si estuvieses buscando una buena pizzería por la zona.
Pasarías de largo al ver un local colorista con referencias deportivas
trasnochadas y aspecto decadente además de una perpetua acumulación masculina
en la puerta. Y que no hace referencia a pizza alguna desde el exterior. Pero estarías cometiendo un grave error porque
en Sports Bar son muy auténticos aunque no te librarás del clásico camarero
gracioso, e italiano de verdad, que tira de manual para ir explicando chistes y
chascarrillos simpáticos mientras te sirve la cena (de marcada temática
femenina, no vamos a negarlo).
Pero qué
cena. Sports Bar tiene un nombre consolidado en los ambientes italianos porque
hacen las cosas muy bien y como se debe. Son rápidos, eficientes y elaboran las
pizzas con una masa artesana increíble y en un horno de leña de verdad con
forma de balón de fútbol. A la altura de NAP o NPeD sin duda y mucho menos
conocido que Bella Napoli, por ejemplo. Pero es un local necesario. Pizza
napolitana con anchoas y alcaparras como debe ser.
Placer
absoluto bajo la imagen de Dio Maradona. Y eso que no probamos la pasta que
según nuestro camarero “ahora ya está al nivel de la pizza con el chaval que la
hace ahora artesanalmente”. Pendiente para la próxima vez porque volveremos. Y esperemos que hayan renovado los tótems deportivos de sus paredes, que Torres en el Liverpool, ya NO.
Precios entre 8-10€.
PS: No se pierdan en la página del blog en FB las actualizaciones con minicrónicas y fotos de restaurantes que no aparecen en el blog o son segundas o terceras visitas.. Por ejemplo el menú mediodía de La Criolla y otra visita más a Ceviche 103.
Échame un like!!
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CIUTAT VELLA I GÒTICA
8.6.14
KOKU KITCHEN. Kalidad del Ramen a la irlandesa.
KOKU KITCHEN, C/Carabassa con Ample, junto a Basílica de la Mercè, Gòtic.
Tras este neón retro, vintage y postmoderno se encuentra uno de los locales nacidos para ser una de las sorpresas de la temporada en Barcelona. En realidad cuenta con todos los ingredientes necesarios para ello y sólo va a depender de su buen hacer y de la suerte necesaria para convertirse en una realidad. Para empezar el local es acogedor, con gran presencia de la madera como material de moda en las mesas comunitarias básicas en cualquier local modernil; buena música sonando en el ambiente y un halo de modernidad hipsteriana que se plasma en el leit motiv del local: el ramen. Que el ramen era un producto de moda hace meses lo vimos gracias a Hiro (el hype) y a Shimanto (la realidad) y aquí volvemos a encontrarnos con un público barbudo ávido de fideos y caldo de miso. Y guiris, que la zona da para ello y no todos tienen el mal gusto de irse a comer a la Rambla.
Pero seguramente el secreto de su posible éxito sea la sensación de buen trato del personal. Unos propietarios irlandeses (si quieren conocer la historia visiten el link del final del post) que acaban abriendo un local moderno de ramen en pleno gótico de Barcelona. Amabilidad, atención y algo que me pareció inaúdito: honestidad al cubo. No sé cómo explicar la sensación. Entrar, entablar conversación con el responsable y ver claramente que eran gente honesta. Tal vez incluso demasiado buena gente. No sé, una sensación extraña seguramente fruto de tratar con irlandeses y en inglés. Salí encantado y se nota.
El ramen artesano no es barato, ya ven que sale a unos 9€, pero si se tiene que pagar calidad ya saben que el precio es relativo. Por 11'50 tienen ramen, bebida y postre. Muy buena opción.
Un gran descubrimiento que agradecer a Roger Ortuño porque el local merece mucho la pena. Mucho. Una gente maravillosa que van a luchar por hacerse un nombre a base de ofrecer experiencias sin pretensiones y ramen de calidad. A la altura de los grandes y sin el hype ni las colas de otros locales. Por ahora, porque si todo va como se atisba que puede ir, se va a convertir en lugar de peregrinación de modernos y no tan modernos. Yo les doy dos semanas para que empiecen a tener problemas en hora punta, en cuanto se propague la voz ramenera.
Porque qué carajo, se come de puta madre y son encantadores. Y puedes practicar tu inglés.
Tras este neón retro, vintage y postmoderno se encuentra uno de los locales nacidos para ser una de las sorpresas de la temporada en Barcelona. En realidad cuenta con todos los ingredientes necesarios para ello y sólo va a depender de su buen hacer y de la suerte necesaria para convertirse en una realidad. Para empezar el local es acogedor, con gran presencia de la madera como material de moda en las mesas comunitarias básicas en cualquier local modernil; buena música sonando en el ambiente y un halo de modernidad hipsteriana que se plasma en el leit motiv del local: el ramen. Que el ramen era un producto de moda hace meses lo vimos gracias a Hiro (el hype) y a Shimanto (la realidad) y aquí volvemos a encontrarnos con un público barbudo ávido de fideos y caldo de miso. Y guiris, que la zona da para ello y no todos tienen el mal gusto de irse a comer a la Rambla.
Pero seguramente el secreto de su posible éxito sea la sensación de buen trato del personal. Unos propietarios irlandeses (si quieren conocer la historia visiten el link del final del post) que acaban abriendo un local moderno de ramen en pleno gótico de Barcelona. Amabilidad, atención y algo que me pareció inaúdito: honestidad al cubo. No sé cómo explicar la sensación. Entrar, entablar conversación con el responsable y ver claramente que eran gente honesta. Tal vez incluso demasiado buena gente. No sé, una sensación extraña seguramente fruto de tratar con irlandeses y en inglés. Salí encantado y se nota.
Pero hablemos de lo que interesa. En Koku hay ramen a montones y variado. Aquí tienen la carta que irá creciendo próximamente por lo que me comentaron, e incluso también en lo que a la oferta del menú se refiere. Habrá que volver algún día. Y es que hace un par de semanas que están abiertos y todo está en rodaje y por acabar de pulir. Como ejemplo, el día de autos estaban instalando el TPV para poder cobrar con tarjetas de crédito. Aún así, percibí que al menos 3 de las mesas presentes en el local eran de clientes de la zona, asiduos ya al local post nasciturus. Buena señal.
En Koku todo es artesano y hecho allí mismo. Pregunté por el ramen y por el postre. Y sí. Incluso tienen cerveza artesana, Espiga, pero no entra en el menú porque es demasiado buena y al parecer tienen que poner birra mediocre para que salgan los números.
Los fideos son hechos a mano y el cerdo de este espectacular ramen es marinado por ellos un montón de horas. Todo in situ, con cariño, paciencia y amor a la hipsteriana. Y les aseguro que el cerdo era maravilloso...En el bol, nori, wakame, huevo duro en su punto, cebollino y unos fideos maravillosos al dente. Firmes y contundentes, sin blandeces low cost. Se notan al primer bocado que son suyos, que no salen de una bolsa del súper chino de la calle Balmes. Sin olvidar el sabor de ese cerdo. Qué cerdo.
Al ser el plato del menú imagino que la cantidad es más justa, pero les puedo asegurar que ni de lejos se van a quedar con hambre. Salí más que satisfecho así que no se preocupen por pasar hambre, zampabollos. Bagel Seal of Approval.El ramen artesano no es barato, ya ven que sale a unos 9€, pero si se tiene que pagar calidad ya saben que el precio es relativo. Por 11'50 tienen ramen, bebida y postre. Muy buena opción.
Y para acabar, ese postre. Un Banoffee pie típico de las islas británicas que resultó un sorpresón mayúsculo. Un postre a base de dulce de leche, nata, plátano y crumble de bizcocho y frutos secos. Una maravilla y otro gran descubrimiento.
Un local de ramen llevado por irlandeses es lo que llaman cocina fusión o vanguardia o algo. Seguro que algo porque algún nombre debe tener esta experiencia.
Postre con barrio Gótico al fondo.Un local de ramen llevado por irlandeses es lo que llaman cocina fusión o vanguardia o algo. Seguro que algo porque algún nombre debe tener esta experiencia.
Un gran descubrimiento que agradecer a Roger Ortuño porque el local merece mucho la pena. Mucho. Una gente maravillosa que van a luchar por hacerse un nombre a base de ofrecer experiencias sin pretensiones y ramen de calidad. A la altura de los grandes y sin el hype ni las colas de otros locales. Por ahora, porque si todo va como se atisba que puede ir, se va a convertir en lugar de peregrinación de modernos y no tan modernos. Yo les doy dos semanas para que empiecen a tener problemas en hora punta, en cuanto se propague la voz ramenera.
Porque qué carajo, se come de puta madre y son encantadores. Y puedes practicar tu inglés.
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10.5.14
Casa Mari i Rufo. Cuina de mercat de cara al mercat.
No es éste un restaurante de moda ni a la moda aunque esté sito en territorio cercano al Born. No hablamos de un local de apertura reciente y decoraciones violanescas. Hablamos de un humilde local de cuina de mercat que puede ser barato pero suele ser más caro de lo que creerías antes de entrar porque prejuzgas erróneamente.
Hacen las cosas bien y la experiencia es tremenda a todos los niveles. Por los propietarios, de reputada fama en toda la ciudad por su particular buen hacer y personalidad, por unos atentos camareros, por un local al que no sabemos cómo llegó Bibiana Ballbé pero del que salió encantada aunque acabes oliendo a frito gambil, por una decoración amocional (porque no produce ninguna sensación) y porque al pisar Casa Mari i Rufo te encuentras un caos de mesas y jamones en la entrada que crees que nada bueno puede salir de allí. Pero si te quedaras con eso te equivocarías como un pringao de los muchos que seguro han pasado de largo para irse a comer unos macarrones al restaurante de al lado (o cosas peores en locales cercanos al ser territorio dado a la caza de guiri).
Hacen las cosas bien y la experiencia es tremenda a todos los niveles. Por los propietarios, de reputada fama en toda la ciudad por su particular buen hacer y personalidad, por unos atentos camareros, por un local al que no sabemos cómo llegó Bibiana Ballbé pero del que salió encantada aunque acabes oliendo a frito gambil, por una decoración amocional (porque no produce ninguna sensación) y porque al pisar Casa Mari i Rufo te encuentras un caos de mesas y jamones en la entrada que crees que nada bueno puede salir de allí. Pero si te quedaras con eso te equivocarías como un pringao de los muchos que seguro han pasado de largo para irse a comer unos macarrones al restaurante de al lado (o cosas peores en locales cercanos al ser territorio dado a la caza de guiri).
Casa Mari i Rufo es una pequeña maravilla escondida tras una primera impresión turbadora, caótica y chillona. De los locales de toda la vida. De esos de cuando vas a Italia vuelves recordando porque se supone que allí gritan siempre y te hace gracia, pero aquí no. Pues en Mari i Rufo se comunican en barra como les da la gana y bien que hacen. El encanto, el carisma y el buen hacer tras esa barra metálica.
Aquí tienen una porción de la carta (en la que me turba esa presencia del Kobe) pero donde no sale el menú diario a 11€ del que también se habla maravillas. Yo opté por un par de platos para probar de la carta y por la cantidad que apareció en ellos eran ideales para compartir entre dos personas. Pero iba solo. Tuve que comérmelo. Todo. Yo. Solo. Todo. Lo siento. Volverá a pasar. Mucho.
Empecé por algo suave porque reservaba el bang para el segundo. Así me dispuse a escoger algo de verdura que siempre es aplaudido por mi mujer y mi nutricionista oficiosa. Y escogí una escalivada con anchoas tremendamente espectacular. Por todo y en todos los sentidos. Por sus olivas rosas semifluorescentes, por sus anchoazas y ante todo por el descomunal tamaño del plato que tenía ante mi. Muy grande, XXL, maravilloso, imponente y de una calidad superior. Tanto el pimiento como la berenjena perfectos, en su punto. El pimiento más al dente la berenjena de una melosidad extrema. Un platazo sin discusión ideal para dos, vuelvo a remarcar. A 7'5€ además sale mucho más apañada la cuenta.
Abrumador.

Muy fan del color rosado de cebolla y olivas por el contacto pimentero.

Para el segundo plato dejé el contundente que celebraba un canto burlesco al colesterol burlado. Unos huevos con patatas y foie que volvía a ser calidad superior, extrema, premium, gourmet, ochonabos. Otra ejecución maravillosa con su aceite y sus huevos rotos ideales para mojar pan si te queda algo de espacio en ese estómago de vikingo que tienes. El mío es una mezcla entre vikingo y extremeño con lo que puede con casi todo como se puede comprobar. Y no dejé ni rastro porque hubiese sido de mala educación.
Si te ponen esta maravilla no se deja nada en el plato. Pero esto es así desde tiempos bíblicos. Viene con el rollo de la hospitalidad al invitado en casa y eso, apartado Gambiteros zampabollos.Plato fetiche ipso facto. Alejado de aquellos platos con patatas tipo paja que, en fin, existen porque todo puede existir, pero a años luz. Canto a la grasa, Oda a la lujuria colesterolera, Himno zampabollil.
No es un plato barato, son 16€ pero un día de celebración es un día. Y qué comida la de aquel día.
Al final la cuenta salió por unos 28€ pero como he repetido varias veces eran platos para compartir, lo tengo claro. Y la cosa hubiese sido un triunfo que ni los griegos en Platea. Pero los pagué a gusto y sin tituberar. "¿Qué se debe?"
Una comida curiosa. En una sala interior de 25 m2 en una pequeña mesa para mi entre otras dos donde se podría resumir la grandeza de Mari i Rufo: a mi derecha una mesa de ejecutivos altivos que se vanagloriaban de conocer a Rufo. A mi izquierda, unos sindicalistas de Santa Coloma que se vanagloriaban de conocer a Mari. Una imagen poética con mucha fuerza. Delante mío unos alemanes se acababan unas gambas. Una estampa preciosa.
Larga vida al caos de Mari i Rufo y al gran Alberto que nos guía por el buen camino.
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CIUTAT VELLA I GÒTICA
23.9.12
Le Cucine Mandarosso. Cucine italiana d'amore a Barcellona.
Mucho tiempo habíamos ido detrás de este renombrado restaurante.
Su fama le precedía y era recomendado por los entendidos siempre que se hablaba de buenos restaurantes y auténticos italianos y claro, como fans enamorados del país cuna del Imperio Romano que somos teníamos que visitarlo un día u otro. Y finalmente llegó ese día.
Tras un par de incursiones fallidas en las que no pudimos reservar mesa, conseguimos una un domingo de inicio de septiembre. Y remarco mediodía de domingo porque antes no abrían en ese horario y ahora sí. Aprovechen, domingueros. (Y reserven si quieren ir!)
Y aprovechen porque vale mucho la pena. Es una experiencia auténtica a tener muy en cuenta.
Mezcla de osteria romana y taberna napolitana con desconchones en la pared, les aguarda un local no muy grande pero con una personalidad terrible. Solo tienen que mirar las fotos de arriba. Decoración curiosísima, todo en una: decadente, moderna, vintage, tradicional, y cocina abierta donde observar como l@s que trabajan dentro se esfuerzan por conseguir unos platos que son puro amor a la gastronomía italiana.
Su carta es corta pero contundente. Se presenta en esta pizarra. La bueno es que es fácil elegir y todo lo que hagan seguro que va a estar muy bien ejecutado. Por lo que parece, además van cambiando de carta continuamente, así que ésta igual ya no les sirve. (Los días entre semana creo que tienen menú también).
Todo tenía una pinta increíble y nos quedamos con ganas de probar cosas que no pudimos pedir...Esos Gnocchi de calabaza o esas sardinas de entrante...Algún día.
Como entrante pedimos lo que todo el mundo nos recomendaba: Burrata. Muy buena, aunque lejos en mi opinión de la que pueden comprar en La Castafiore, por ejemplo y que es mi preferida en la ciudad.
También nos pedimos el Speck y Ricotta, que fue una agradabilísima sorpresa. A la altura del anterior o incluso por encima según opiniones diversas en la mesa. En todo caso, garantía. Qué calidad.Luego ya llegaron los platos principales. Aquí tienen una muestra de la mitad de la carta.
Canelones de butifarra y ricotta. Del género sin bechamel, como manda la tradición italiana clásica.
Lasagna Mandarosso, con nueces, speck y radicchio. Recibió muy buena crítica...
Fettuccine Funghi Porcini. Espectaculares. Igual que los Bolognesa, que no tienen foto aquí...Pasta de calidad, pero de verdad. Y sabrosísimos. Yo me pido Fettuccine al pesto cuando vuelva...
Y luego los postres. Sin palabras. De hecho en el restaurante se pueden hacer comandas de postres específicamente, para llevar, y visto lo visto y comido lo comido, debería ser obligatorio hacerlo algún día. Increíbles!
Como no recuerdo los nombres (no salían en la carta), les dejo con fotos y les remarco que la primera es la que yo me pedí, Casata, y que fue un bocado DIVINO. Era como un cannoli deconstruido, así que fue la felicidad máxima. Al final, una pannacota de nivel. Y en medio, tartas típicas a cascoporro.
Resumen:Como no recuerdo los nombres (no salían en la carta), les dejo con fotos y les remarco que la primera es la que yo me pedí, Casata, y que fue un bocado DIVINO. Era como un cannoli deconstruido, así que fue la felicidad máxima. Al final, una pannacota de nivel. Y en medio, tartas típicas a cascoporro.
Cuando cruzas la puerta de un restaurante y te reciben con acento italiano, bien.
Cuando ves lo que hacen en la cocina y escuchas que hablan en italiano, bien.
Cuando notas que estás en un italiano de verdad y no en un local sin alma de pasta y pizza, bien.
Cuando los platos son todos espectaculares, bien.
Cuando al final la cuenta no pasa de los 20€ o poco más, bien.
En Le Cucine, estás y eres.
PS2: Post imposible de realizar sin la ayuda de Flavorcook. Gracias!!!
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