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30.11.13

SPICE CAFE. Bagels y pastelería en Poble Sec.

SPICE CAFE, C/Margarit casi tocando Paral·lel, Dry Town, Brooklyn?
Hoy les traemos un humilde local del Poble Sec que merece nuestra atención. No somos grandes descubridores de nada y éste tampoco es el caso, pero por si ustedes no tenían el gusto, aquí les dejamos un semidesconocido café del que tuve noticias gracias a nuestra estimada Arantxa. Así que un día que pasábamos con hambre por la puerta, nos decidimos sin dudarlo medio segundo.
El local es un pequeño espacio con un par de pequeñas mesas en la entrada mientras que al fondo tienen esta maravilla de madera de la buena con espacio para seis comensales. O para compartir. Ya conocen de sobras la tendencia "local cool/mesa para compartir" que nos invade, cosa que no criticamos porque nos gusta. Nos gusta el poder sentarte en un espacio y que alguien se siente a tu lado a hacer lo mismo que tú. ¿No lo hacemos en el autobús o en el tren? En todo caso la mesa no es tan grande y la pueden llenar si van acompañados.
El local lo llevan dos chicos encantadores que se desviven porque estés como en casa mientras estés en la suya. Se agradece una atención cálida sin ser invasiva. No son tus amigos ni me gustan los camareros que se comportan como tales, pero aquí te tratan con cariño. Se percibe y lo agradeces. Se esfuerzan por tener un local no sólo bonito sinó agradable, para que puedas estarte un buen rato disfrutando de su experiencia.
Principalmente es un cafe que no tiene cocina pero sí horno, en el que pueden hornear todo lo que manufacturan y sirven. Esto significa que se van a encontrar con tartas, magdalenas, muffins, galletas, etc. totalmente hechas in situ. Y les aseguro que las galletas estaban buenísimas. Si haces check-in en Foursquare te regalan una, aprovechen que lo vale!! La artesanía ha vuelto para quedarse y lo saben y lo celebramos.
Pero el dato curioso y por el que están hoy leyendo este post es por esto que tienen aquí debajo:
Además de ser una muy agradable cafetería con productos dulces artesanos, sirven Bagels. Sí amigos, estamos en racha. El bagel les está colonizando y no se están enterando. Antes de que se den cuenta el amigo Tomás de los jamones les pondrá bagels para el jabugo del bueno. 
No negaré que esto fue lo que nos llevó allí. No negaré que preferimos el que hacemos en casa, pero amig@s, se pueden comer un bagel con salmón por 5€ sin sentir que les están estafando como a hipsters snobs. Te ofrecen un bagel con salmón y cream cheese. Sin más pretensión ni más tontería. 
El bagel es lo único que no hacen en el local por razones obvias, y aunque seguimos sin encontrar a nadie que le haga sombra a Be My Bagel, era un digno bocado a tener en cuenta si están en la zona. Y a un precio muy ajustado. Bien.
Spice es un local hecho a medida para que vengan americanos a buscar algo para comer. Lo digo y lo aseguro porque lo vi. Mientras estuvimos allí se pasaron por el local al menos 4 americanos a buscar dosis de lo que fuese. Atendidos en un fluent english total. Vocación de negocio, saben lo que quieren y a quienes se dirigen. A gente con gusto que busca lo que no encuentran en nigún sitio cercano. Perfecto.
Desde la humildad a un éxito que les deseo.
Larga vida al Bagel y a los locales simpáticos.

25.7.13

BREAD & CIRCUSES. Americanas que no hacen hamburguesas.

 BREAD & CIRCUSES, C/Blasco de Garay por encima Pl. Del Sortidor, Dry Town Under the Mountain.
 Que el barrio del Poble Sec vive una renovada fama y vitalidad gracias a mil garitos de interesante visita es una evidencia. Es, sin duda, un barrio para perderse y para disfrutarlo en cantidades ingentes. Locales como el Celler Cal Marino o la Cerveseria Jazz son una pequeña muestra de las cosas bien manufacturadas que se hacen in the hood y hacen que nos veamos obligados a pasarnos por allí con mucha frecuencia (la fiesta de la Cerveza artesanal de hace unos días frente al Molino tampoco estuvo nada mal).
Nos gusta ir y nos gusta descubrir nuevos garitos. Y aquí volvemos a encontrar uno más que recomendable. Junto a la plaça del Sortidor, un par de americanas entrepreneurs han montado un local de bocatas contundentes y originales más que recomendable.


Para empezar, la pre-historia curiosa. Nos plantamos en la puerta a las 13’30h, sin nadie en el local. En la web indica que abren a las 11. Al pedir, la chica tras la barra nos comenta que aún no ha llegado la jefa con algunas de las materias primas que se necesitan para elaborar los tremendos bocatas. Que volvamos en 20 minutos mejor. Así hacemos y nos vamos al Cal Marino a tomarnos un vermut y unos quesos. Y volvemos. Y nos encontramos con la puerta cerrada y un cartelito que pone “Back in 10 minutes”. Raro, sobre todo porque no ponía cuando se había colgado. Nos vamos a la plaza a tomar otro tentempié mientras controlamos la puerta del local. Y abren. Y nos ponemos en marcha. Pero ni rastro de la anterior chica que nos había atendido. ¿Había sido una ensoñación? ¿Un espejismo derivado del calor intenso del día? Daba igual, ya estábamos allí y listos para pedir ante una chica americana de las de verdad (la jefa?).

Aquí tienen toda la variedad de bocadillos que sirven, destacando para mi gusto los de pastrami, buey y pollo asado. Con oferta atunera incluida. Opción de bocata grande a 9€ o mitad a 5. Evidentemente, pónganos el enterito que hemos venido a jugar.
 Y una declaración de principios total:
 Evidentemente, no habrá #burgerhunters posible aquí...pero igual no hace falta, porque los bocatas son de impresión.

Yo me decidí por el The Litigator, buey asado a tutiplén, con provolone por encima. Delicious. Pan ligeramente tostado pero no duro. Muy manejable y muy comible. Detalle pepinero del que somos muy fans.
Miss Bagel siempre mucho más discreta, optó por el de atún porque va un poco más de sana.

 El Alchemist con pa de pagès como otra opción presente en el ágape:
 Para beber, no tienen refrescos al uso. Los hay pero no son cocacola o fanta. Deben ser americanos o en plan refrescos-zumo de frutas que están de moda. Optamos por la cerveza, Moritz en este caso, y como apunte del día decir que si no les convence mucho, mezclando una normal con una Epidor resulta una cerveza bastante digna.
Y el postre otro triunfo total. Había helado casero de melocotón y jengibre, pero optamos mayoritariamente por el Ice Cream Sandwich. Brutal. Contundencia a base de unes galletas de arándanos caseras y helado de vainilla no casero como relleno. Medio kilo de postre que me apasionó. Ya conocen mi faceta poco dada al dulce...Muy recomendable si no tienen problemes de dietas. Y si tienen, que se jodan un rato esas dietas y disfruten.
Para cerrar, decir que tras este magno bocata, un par de cervezas y este magnífico postre de a kilo, salimos a unos 15€ por cabeza. Un buen precio para una buena experiencia bocatil. Al menos algo diferente.
Siempre mejorable si el local fuese más fresco, pero si sobrevivimos al Cal Marino el año pasado, lo del Bread y sus circos es más que soportable. Volveremos a por el bocata de pastrami, sin duda.